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Peligros de usar el celular
Peligros de usar el celular en el baño

Lo que antes era un hábito ocasional, hoy se ha convertido en parte de la rutina diaria de millones de personas: llevar el celular al baño. Navegar en redes sociales, responder mensajes o leer artículos en medio de una visita al inodoro parece inofensivo, pero diversos estudios advierten que esta costumbre podría estar relacionada con problemas de salud y de higiene.

Encuestas internacionales muestran que gran parte de los adultos admiten utilizar su smartphone mientras están en el inodoro, y en los jóvenes la cifra es aún mayor. La facilidad de acceso a internet y la búsqueda constante de entretenimiento hacen que este espacio, pensado para momentos breves, se convierta en una extensión de la vida digital.

El problema, según especialistas en salud digestiva, es que esta práctica puede derivar en consecuencias físicas. El tiempo extra sentado, concentrado en el teléfono, implica una presión mayor sobre la zona anal, lo que favorece la aparición o el empeoramiento de hemorroides.

Especialistas aseguran que usar el
Especialistas aseguran que usar el celular en el baño puede ocasionar problemas en la salud.

La relación con las hemorroides

Una investigación realizada por la Harvard Medical School encontró que las personas que acostumbran usar su celular en el baño tienen un 46% más de riesgo de desarrollar hemorroides en comparación con quienes no lo hacen. Los investigadores explican que la principal causa no es el esfuerzo al evacuar, sino los minutos adicionales que se pasa sentado en la taza.

El estudio reveló, además, que más de un tercio de los usuarios que llevan el teléfono consigo permanecen más de cinco minutos en el inodoro, un tiempo significativamente mayor que el de quienes no lo usan. Este detalle es clave, pues la permanencia prolongada aumenta la presión en los vasos sanguíneos de la zona anal.

Riesgos ocultos de higiene

El aspecto higiénico también es motivo de preocupación. El baño concentra una alta cantidad de bacterias, y el celular, al entrar en contacto con ese ambiente, puede convertirse en un portador de gérmenes.

Usar el celular en el
Usar el celular en el baño es antihigiénico. (Foto: Archivo)

De acuerdo con una encuesta de YouGov, menos de cuatro de cada diez usuarios limpia su dispositivo después de llevarlo al baño. Según el microbiólogo Markus Egert, los teléfonos suelen reflejar la flora bacteriana de las manos de sus dueños, pero en espacios como el inodoro pueden adquirir microorganismos fecales. Por eso recomienda desinfectar regularmente los dispositivos con toallitas con alcohol.

Opiniones divididas entre especialistas

No obstante, no todos los expertos coinciden en atribuir al uso del celular un papel determinante en el desarrollo de hemorroides. El gastroenterólogo alemán Ulrich Tappe sostiene que la evidencia disponible todavía es limitada. Según él, factores como la dieta baja en fibra, el sobrepeso o la falta de ejercicio tienen un peso mayor en la aparición de la enfermedad.

Tappe considera que se requieren estudios más amplios y de largo plazo para confirmar si realmente existe una relación directa entre el uso del smartphone en el baño y las hemorroides.

Usar el celular en el
Usar el celular en el baño te expone a varios problemas de salud.

Cómo reducir los riesgos

Los médicos recomiendan una serie de medidas simples que pueden ayudar a evitar complicaciones:

  • No llevar el celular al baño. Es la forma más directa de reducir el tiempo sentado.
  • Limitar la permanencia en el inodoro. Lo ideal es no superar los cinco minutos.
  • Cuidar la alimentación. Incluir fibra en la dieta diaria ayuda a prevenir el estreñimiento.
  • Mantener una rutina activa. Caminar y hacer ejercicio favorece la circulación y el sistema digestivo.
  • Higienizar el teléfono con frecuencia. Especialmente si estuvo en contacto con ambientes como baños públicos.

Una costumbre moderna con efectos no tan leves

La costumbre de usar el celular en el baño parece formar parte del estilo de vida actual, pero cada vez surgen más advertencias sobre sus consecuencias. El exceso de tiempo sentado y la exposición a bacterias convierten lo que parecía un hábito cotidiano en un factor de riesgo tanto para la salud digestiva como para la higiene personal.

La conclusión de los expertos es clara: lo más recomendable es reducir la permanencia en el baño y mantener el teléfono lejos de este espacio. Un pequeño cambio de hábito puede marcar la diferencia en la prevención de problemas mayores.