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Sam Altman, cuya empresa OpenAI lidera el desarrollo de IA generativa, reconoció en X (antes Twitter): “Nunca tomé muy en serio la teoría del internet muerto, pero parece que ahora hay muchísimas cuentas manejadas por modelos de lenguaje”.

La advertencia de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, sobre el avance de los bots y la inteligencia artificial (IA) en internet ha dejado de ser una simple provocación para convertirse en una preocupación compartida por expertos y usuarios. Según informes recientes citados por Popular Mechanics, Time, Mashable, Forbes, el tráfico generado por máquinas ya supera al humano en la red, alimentando la llamada teoría del internet muerto, una idea que ha pasado de la marginalidad conspirativa a un debate central sobre el futuro digital.

La teoría del internet muerto surgió en 2021 en foros como 4chan y el Macintosh Cafe de Agora Road, donde usuarios como IlluminatiPirate plantearon que la mayoría de la actividad en línea ya no provenía de personas reales, sino de bots y algoritmos. En sus inicios, la teoría se consideraba una exageración: sugería que el internet había sido “secuestrado por unos pocos poderosos” y que el contenido humano se veía desplazado por una fábrica interminable de publicaciones automatizadas. Sin embargo, la llegada de modelos de lenguaje avanzados como ChatGPT y la integración masiva de sistemas algorítmicos en redes sociales y buscadores han dado nueva vida a estas sospechas. Como explicó Adam Aleksic, lingüista y autor citado por TIME, lo que antes era “una teoría conspirativa de la periferia lunática, ahora parece mucho más real”.

La inteligencia artificial impulsa la
La inteligencia artificial impulsa la transformación de internet a ritmo acelerado (Imagen ilustrativa Infobae)

Los datos recientes refuerzan esta percepción. El informe “Bad Bot” de la firma de ciberseguridad Imperva, reseñado por Forbes y Popular Mechanics, estimó que en 2021 los bots representaban el 42,3% del tráfico en internet, cifra que ascendió al 49,6% en 2023 y superó el 51% en 2024, según TIME. Si la tendencia continúa, los bots dominarán la red en apenas tres años. Además, el fenómeno del link rot —la desaparición de páginas web humanas— se acelera: el Pew Research Center calcula que el 38% de los sitios creados en 2013 ya no existen. Un estudio de Amazon Web Services (AWS) citado por Forbes señala que el 57% del contenido publicado en línea es generado o traducido por IA, lo que afecta negativamente la calidad de los resultados de búsqueda.

Sam Altman, cuya empresa OpenAI lidera el desarrollo de IA generativa, reconoció en X (antes Twitter): “Nunca tomé muy en serio la teoría del internet muerto, pero parece que ahora hay muchísimas cuentas manejadas por modelos de lenguaje”. Esta declaración generó ironías entre los usuarios, quienes señalaron la paradoja de que uno de los principales arquitectos de la IA advierta sobre el problema que él mismo ha ayudado a crear. Taylor Lorenz, experta en cultura digital, subrayó en declaraciones a Popular Mechanics que los sistemas de clasificación algorítmica “prepararon el terreno para una avalancha interminable de contenido sin valor”, optimizando la red de formas absurdas y desplazando la interacción genuina.

El tráfico generado por bots
El tráfico generado por bots ya supera al humano en la red global (Imagen Ilustrativa Infobae)

El impacto de la IA y los bots no se limita a la cantidad de contenido, sino también a su naturaleza y efectos sociales. Fenómenos virales como “Shrimp Jesus” —imágenes hiperrealistas de crustáceos con el rostro de Jesús generadas por IA y difundidas masivamente en redes sociales— ilustran cómo el contenido automatizado puede captar la atención de miles de usuarios, aunque su origen y propósito sean puramente artificiales. Según Jake Renzella y Vlada Rozova, citados por el medio especializado, este tipo de viralidad es una muestra de cómo la economía de la atención, basada en ingresos publicitarios, incentiva la automatización del “cultivo de engagement” mediante bots.

La manipulación y la desinformación también se han visto potenciadas. Un informe de NewGuard identificó más de mil sitios de noticias gestionados casi exclusivamente por bots, algunos de los cuales simulaban ser medios locales rusos y difundían afirmaciones engañosas sobre la guerra en Ucrania. Jack Dorsey, exdirector ejecutivo de Twitter, advirtió en 2024 que “será imposible distinguir lo real de lo falso debido a la forma en que se crean imágenes, deepfakes y videos”, instando a los usuarios a extremar la cautela.

El futuro del internet depende
El futuro del internet depende del equilibrio entre bots y creatividad humana (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las consecuencias económicas y sociales de este cambio son profundas. El modelo de negocio tradicional, en el que los creadores humanos recibían ingresos por la atención que generaban, se ve amenazado por la automatización. Aleksic explicó a Time que “si hay más cuentas de IA, las plataformas pagan menos a los creadores humanos”. Además, la proliferación de resúmenes generados por IA en buscadores como Google reduce el tráfico hacia los sitios originales, disminuyendo los ingresos publicitarios y desincentivando la producción de contenido de calidad. Esta situación ha llevado a despidos masivos en medios y a una creciente dependencia de la IA para la generación de noticias y entretenimiento.

El problema afecta incluso a los propios desarrolladores de IA. Los grandes modelos de lenguaje, como ChatGPT, se entrenan con contenido humano disponible en internet. Si la calidad y cantidad de ese material disminuye, la IA corre el riesgo de colapsar, como advirtió un estudio publicado en Nature en 2024 y citado por Time. Microsoft y OpenAI enfrentan demandas por derechos de autor debido al uso intensivo de contenido en línea para entrenar sus sistemas, mientras que empresas como Cloudflare proponen limitar el acceso de bots a los sitios web y cobrarles por el uso, con el objetivo de proteger los ingresos de los creadores.

Las plataformas digitales enfrentan el
Las plataformas digitales enfrentan el desafío de distinguir contenido real y artificial (Imagen Ilustrativa Infobae)

Frente a este panorama, la industria tecnológica debate posibles soluciones. Google ha intentado integrar IA en sus búsquedas, aunque con resultados cuestionables, como la generación de respuestas inexactas o peligrosas. OpenAI y otras compañías exploran formas de equilibrar la innovación con la protección de los derechos de los creadores y la autenticidad del contenido. Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, advirtió que la llegada de la inteligencia artificial general (AGI) podría estar cerca, pero la sociedad aún no está preparada para afrontar sus implicaciones.

El futuro de internet dependerá de la capacidad de los usuarios y las plataformas para distinguir entre lo real y lo artificial, y de la voluntad colectiva para preservar la creatividad y la interacción humana en un entorno cada vez más automatizado. La libertad de crear y compartir ideas fue el motor que hizo poderoso al internet; hoy, esa vitalidad parece desvanecerse bajo el peso de los algoritmos y los bots, dejando atrás la red que muchos recuerdan.