Windows 10 está por quedarse sin soporte y casi la mitad de los computadores en el mundo todavía lo utilizan

Que los usuarios sigan usando este sistema operativo representará riesgos de seguridad para sus dispositivos y datos

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Casi la mitad de los
Casi la mitad de los computadores del mundo aún dependen de Windows 10, con España superando el 54%. (Microsoft)

El próximo 14 de octubre de 2025, Windows 10 dejará de recibir soporte oficial, incluida toda actualización y parche de seguridad. Este momento marca un giro decisivo para cientos de millones de computadoras en todo el mundo, ya que casi la mitad de los equipos globales aún dependen del sistema operativo de Microsoft.

El desafío adquiere una dimensión aún mayor en países como España, donde más del 54% de los dispositivos siguen ejecutando esta plataforma, superando incluso el promedio mundial.

Cuántos computadores en el mundo usan Windows 10 todavía

Microsoft confirmó que a partir del 14 de octubre de 2025 cesará todo soporte a Windows 10. Este hecho no implica que los computadores que lo utilicen dejen de funcionar de inmediato, pero los usuarios quedarán expuestos a amenazas digitales, dado que no recibirán más parches ni defensas ante nuevas vulnerabilidades.

Según datos recientes extraídos de firmes como Statista y Statcounter, Windows 10 domina un 49% del mercado global, porcentaje que se eleva al 53% en Europa, en América del Sur es del 39% y Norte América del 38,8%. Le sigue Windows 11, con una cuota global de casi 49%, aunque solo roza el 43,9% en el continente europeo.

El 49% del mercado global
El 49% del mercado global sigue usando Windows 10, mientras que Windows 11 apenas iguala ese porcentaje. (Foto: Adobe Stock)

La situación es clara: la transición hacia la nueva versión del sistema no avanza al ritmo esperado, especialmente en mercados donde el proceso de actualización es aún más lento que el promedio global.

Por qué ha sido difícil la actualización a Windows 11

A pesar de la presencia consolidada de Windows 10, Microsoft impulsa el salto hacia Windows 11 con la promesa de nuevas funciones y mejor seguridad. Sin embargo, la transición ha resultado problemática para millones de usuarios. Los requisitos técnicos para actualizar a Windows 11 superan lo que muchos equipos pueden ofrecer.

El sistema exige procesadores recientes y la integración de chips de seguridad TPM 2.0, vetando de facto el acceso a dispositivos que, aunque todavía funcionan perfectamente con Windows 10, ya no cumplen los estándares de la compañía.

El fin del soporte expone
El fin del soporte expone a los usuarios de Windows 10 a nuevas amenazas digitales y vulnerabilidades.

Esta situación fuerza a muchas familias, profesionales y empresas a replantearse la renovación de sus equipos, un proceso que involucra inversión de dinero y recursos, y no siempre resulta viable. De hecho, la necesidad de cambiar todo el hardware para poder acceder a la última versión del sistema frena la transición y mantiene la cuota de Windows 10 en niveles elevados.

Para dimensionar esta resistencia al cambio, es útil comparar la evolución de Windows 11 con la de sus antecesores. Tras casi cuatro años desde su lanzamiento, Windows 11 apenas iguala el 49% de presencia global; cuando Windows 10 tenía ese mismo tiempo en el mercado, alcanzaba el 57%. Más atrás en el tiempo, Windows 7 superó el 61% en el mismo período.

En España, así como en gran parte de Europa, el retraso es aún más notorio. Los informes muestran que más de la mitad de los ordenadores permanecen en Windows 10 y solo el 42,61% usan Windows 11.

La transición a Windows 11
La transición a Windows 11 avanza lentamente debido a los altos requisitos técnicos y de hardware. (Microsoft)

Qué alternativas hay al final de soporte de Windows 10

La inminente despedida de Windows 10 empuja a los usuarios hacia un cruce de caminos. Microsoft delineó tres alternativas principales:

  • Actualizar a Windows 11. Es la opción recomendada para quienes poseen ordenadores compatibles. La actualización no tiene coste adicional, garantiza parches y acceso a funciones modernas, pero miles de equipos quedan descartados por las limitaciones de hardware.
  • Contratar actualizaciones extendidas (ESU). Esta posibilidad permite continuar recibiendo parches de seguridad, mediante el pago de una cuota anual. Se trata de una medida transitoria, no indefinida, concebida como margen extra para quienes no pueden hacer el cambio de inmediato.
  • Conservar Windows 10 o buscar alternativas. Instalar Linux figura como una salida válida para prolongar la vida útil de computadoras no compatibles con Windows 11. Esta opción requiere cierta adaptación y conocimientos específicos, pero gana adeptos entre usuarios técnicos y empresas que priorizan el control y la seguridad.
  • Esperar Windows 12. Aunque la empresa aún no ha oficializado el anuncio, los rumores sobre una próxima versión —presuntamente equipada con inteligencia artificial y mayor vinculación con la nube— generan expectativas, aunque también incertidumbre entre quienes temen futuras incompatibilidades.