Mujer se entera que su depilación en cera pudo ser grabada con las Ray-Ban Meta de una empleada

Aunque la trabajadora aseguró que las gafas estaban apagadas y eran recetadas, la situación desencadenó incomodidad y dudas persistentes en la fémina

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La mujer terminó buscando asesoramiento
La mujer terminó buscando asesoramiento legal. (Composición Infobae: alobelleza2015.blogspot.com / androidpolice.com)

El auge de las gafas inteligentes con cámaras integradas, como las Ray-Ban desarrolladas por Meta, ha avivado el debate sobre los riesgos para la privacidad en entornos cotidianos. Casos recientes ponen en relieve que estos wearables no solo levantan sospechas por el potencial de grabación secreta, sino que generan incidentes conflictivos y dilemas éticos en situaciones íntimas o privadas.

Testimonios en redes sociales y reacciones institucionales revelan que muchos usuarios ahora enfrentan, además de la vigilancia digital tradicional, la inquietud de ser grabados sin su consentimiento durante actividades personales.

Incidente con las Ray-Ban Meta en espacios íntimos

El reciente episodio vivido por la influencer Aniessa Navarro ilustra el nerviosismo que las gafas inteligentes pueden provocar en contextos especialmente sensibles. Navarro relató en TikTok su experiencia al descubrir que una esteticista usaba las Ray-Ban Meta mientras realizaba un procedimiento en el European Wax Center de Manhattan.

Gafas Ray-Ban Meta.

META
Gafas Ray-Ban Meta. META

Aunque la empleada aseguró que las gafas estaban apagadas y eran recetadas, la situación desencadenó incomodidad y dudas persistentes en la clienta. “No pude dejar de pensar en ello en ningún momento”, expresó la joven, quien terminó buscando asesoramiento legal y presionando al centro de estética para obtener una respuesta clara.

La empresa, tras las repercusiones mediáticas del caso, respondió al Washington Post que las gafas realmente no estaban activas durante el procedimiento. Navarro, en todo caso, insistió en reclamar transparencia y pidió considerar restricciones al uso de dispositivos con cámaras en ámbitos privados, más allá del resultado de la acción legal.

Su prioridad, aseguró, es generar conciencia sobre la invasión de privacidad que pueden suponer estos gadgets.

El reciente episodio vivido por
El reciente episodio vivido por una influencer ilustra el nerviosismo que las gafas inteligentes pueden provocar en contextos especialmente sensibles.

Reportan el uso de gafas Ray-Ban Meta en otro contexto

El caso de Navarro no es un hecho aislado. Incidentes previos han salido a la luz con los lentes Wayfarers con IA de Meta, valorados en 350 dólares. En distintos foros y clubes nocturnos, empleados y clientes han reportado discusiones surgidas por el uso de estas gafas, consideradas herramientas de vigilancia intrusiva.

Una portera de un club en Atlanta, por ejemplo, impidió su entrada a un cliente tras identificar que portaba las Ray-Ban Meta, citando claramente el riesgo: “Porque tienen cámaras”.

La reticencia de algunos usuarios a desprenderse de estos dispositivos en lugares públicos ilustra el desafío que supone su creciente popularización. A medida que las gafas inteligentes se vuelvan más accesibles, la sociedad deberá afrontar preguntas urgentes sobre límites éticos, protección de la intimidad y regulación tecnológica en espacios donde la privacidad debe primar.

Qué son las gafas Ray-Ban Meta y cómo funcionan

Las Ray-Ban Meta son gafas inteligentes desarrolladas en conjunto por la reconocida marca de anteojos Ray-Ban y la empresa tecnológica Meta (antes conocida como Facebook). Estos dispositivos representan una evolución de los tradicionales lentes de sol o de vista, al integrar tecnología avanzada que permite entrelazar la vida cotidiana con funciones digitales, todo desde un accesorio discreto y familiar.

Este modelo no es invasivo
Este modelo no es invasivo en el rostro y es apto para llevar puesto durante gran parte de la jornada. (Foto: Ray-Ban)

El aspecto de las Ray-Ban Meta es muy similar al de los modelos clásicos de la marca, pero en su interior incorporan pequeños micrófonos, altavoces y cámaras de alta resolución capaces de grabar videos y tomar fotografías con solo pulsar un botón integrado en la patilla.

Además, pueden reproducir música y realizar llamadas, ya que cuentan con conectividad Bluetooth y altavoces direccionales. Para su uso, las gafas se sincronizan inalámbricamente con la aplicación Meta View, instalada en un smartphone, donde se gestionan las grabaciones, imágenes y permisos de uso.

El diseño ha sido pensado para preservar la discreción, aunque esto mismo ha suscitado debates sobre la privacidad, ya que muchas personas pueden no advertir cuándo están siendo grabadas. Este avance tecnológico promueve una conexión continua entre el mundo físico y digital, facilitando tareas cotidianas y la captura de momentos de forma ágil y manos libres.