Sam Altman asegura que la inteligencia artificial ayudará a combatir el cáncer: “será clave en la medicina”

El CEO de OpenAI proyectó que la inteligencia artificial transformará la medicina, aunque persisten críticas legales y éticas sobre su uso en la salud

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Sam Altman asegura que la IA podrá curar el cáncer en 10 años. (YouTube)

La inteligencia artificial continúa transformando distintos aspectos de la vida cotidiana y de los negocios, aunque todavía existen sectores donde su adopción genera cautela. La salud es uno de ellos: los usuarios suelen combinar el uso de herramientas digitales con la atención de especialistas, pero la pregunta sobre hasta dónde puede llegar la IA en este campo ya está sobre la mesa.

Sam Altman, CEO de OpenAI, abordó este tema en una entrevista concedida al canal de YouTube de la periodista Cleo Abram, donde habló sobre el impacto actual y futuro de ChatGPT5, la última versión del popular motor de búsqueda e inteligencia artificial. La conversación giró en torno a un planteamiento central: “¿Qué papel jugará la inteligencia artificial en la medicina en 2035?”.

La respuesta de Altman fue contundente: “En 2035, herramientas como ChatGPT serán capaces de curar”. Aunque esta visión apunta a un horizonte a más de una década, el ejecutivo subrayó que los avances ya son palpables en 2025, gracias a las mejoras que ofrece ChatGPT5 en comparación con versiones anteriores.

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Sam Altman cree que la inteligencia artificial logrará grandes descubrimientos en la medicina.

ChatGPT y la salud en 2025

De acuerdo con Altman, la nueva generación de ChatGPT ha alcanzado un nivel de precisión notable en el área médica. “Estamos orgullosos de cómo ChatGPT5 ha avanzado al dar orientación médica”, señaló.

El CEO explicó que mientras versiones anteriores ya eran utilizadas con frecuencia para resolver consultas sobre enfermedades, esta actualización ofrece un salto de calidad. “El sistema ahora responde con mayor precisión, analiza de manera más detallada los síntomas y ofrece recomendaciones que se ajustan a la realidad del usuario”, afirmó.

La comparación con las iteraciones previas resulta significativa: Altman insistió en que la experiencia es ahora más cercana a tener “un millón de expertos en el bolsillo”, lo que multiplica las posibilidades de consulta y apoyo en situaciones de salud cotidianas.

Sam Altman (captura de video/Bloomberg)
Sam Altman (captura de video/Bloomberg)

Un futuro con mayor protagonismo de la IA

Más allá de los avances presentes, Altman proyectó un papel aún más relevante para la inteligencia artificial en la medicina durante los próximos años. Según su visión, hacia 2035 estas herramientas no solo servirán de apoyo para diagnósticos y consultas, sino que podrán participar en el tratamiento de enfermedades que hoy siguen siendo un desafío para la humanidad.

Entre esas posibilidades mencionó la lucha contra el cáncer, una de las enfermedades más mortales a nivel global. “Existe la posibilidad de que, en un futuro no tan lejano, herramientas como ChatGPT puedan incluso curar ciertos tipos de cáncer”, dijo Altman.

El impacto, añadió, no sería únicamente clínico, sino también emocional: “Pienso que uno de los efectos más profundos de la IA será emocionalmente palpable”, apuntó, en referencia a lo que supondría para las familias contar con soluciones reales frente a enfermedades graves.

Logo de ChatGPT. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración
Logo de ChatGPT. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración

Críticas y debates pendientes

La visión de Altman también ha generado cuestionamientos. Diversos especialistas advierten que aún existen importantes obstáculos legales y éticos en torno al uso de la inteligencia artificial en la medicina. La posibilidad de que un sistema automatizado participe en diagnósticos o tratamientos plantea preguntas sobre responsabilidad médica, regulación y protección de datos.

Además, críticos recuerdan que, pese a los avances, la IA no puede sustituir la empatía y el juicio clínico de los profesionales de la salud. El consenso actual es que estas herramientas deben considerarse como un complemento y no como un reemplazo.

Pese a estas advertencias, el camino de la inteligencia artificial en la medicina parece inevitable. La combinación de avances técnicos y el interés de empresas líderes como OpenAI refuerzan la idea de que el sector salud será uno de los más impactados en la próxima década.