Conexión 2G: por qué expertos y Google recomiendan apagarla en tu celular

Los ciberdelincuentes usan estaciones base falsas para forzar a los móviles a conectarse a redes inseguras y enviar SMS fraudulentos

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Expertos recomiendan no usar la
Expertos recomiendan no usar la señal 2G.

La proliferación de estafas mediante mensajes de texto ha encendido las alarmas en los últimos meses. Aunque el smishing (mensajes fraudulentos que buscan engañar al usuario para robar datos personales o bancarios) y el SMS spoofing (falsificación del remitente) son los más conocidos, los estafadores están recurriendo ahora a métodos más sofisticados que aprovechan vulnerabilidades en las redes móviles. Uno de los más peligrosos es el uso de dispositivos conocidos como stingrays.

Las stingrays son estaciones base falsas capaces de obligar a los teléfonos a conectarse a redes 2G, una tecnología obsoleta que carece de funciones de seguridad modernas, como la autenticación mutua y la encriptación. Esto convierte al dispositivo en un blanco fácil, ya que el atacante puede enviar mensajes directamente al usuario sin que los filtros de spam de los operadores logren detectarlos.

De acuerdo con un informe reciente de la GSMA (Asociación del Sistema Global de Comunicaciones Móviles), las redes 2G representan un riesgo grave porque los estafadores pueden manipularlas para lanzar SMS fraudulentos que parecen proceder de fuentes legítimas, como bancos, operadores móviles o servicios digitales.

Expertos y Google recomiendan no
Expertos y Google recomiendan no usar redes 2G.

El engaño funciona de la siguiente manera: el dispositivo malicioso se hace pasar por una antena LTE o 5G, pero fuerza al celular a conectarse en realidad a 2G. Una vez establecida la conexión, los atacantes envían mensajes falsos que pueden incluir enlaces maliciosos o instrucciones diseñadas para obtener contraseñas, información bancaria o instalar aplicaciones no deseadas.

Por qué esta modalidad está en auge

El atractivo de este tipo de fraude radica en la facilidad de acceso a las “stingrays”. Estos dispositivos son portátiles, se comercializan en línea y no requieren conocimientos técnicos avanzados para operarlos. Esto ha generado un aumento en su uso por parte de ciberdelincuentes que buscan nuevas formas de evadir las medidas de seguridad de las operadoras y de los propios smartphones.

Además, la permanencia del estándar 2G en muchos países, pese a su antigüedad, permite que la amenaza siga vigente. Aunque varias regiones ya han iniciado el proceso de apagado de estas redes, en América Latina todavía se utilizan como respaldo en zonas con baja cobertura.

Expertos y Google recomiendan no
Expertos y Google recomiendan no usar redes 2G.

Cómo protegerse: desactivar la conexión 2G

La medida más efectiva para evitar este tipo de fraudes es desactivar la conectividad 2G en los dispositivos móviles. A partir de Android 12, la mayoría de teléfonos incluyen esta opción dentro de los ajustes de red. El proceso es sencillo:

  • Ingresa a Configuración o Ajustes.
  • Selecciona la opción Conexiones o Redes móviles.
  • Busca la función “Permitir 2G” y desactívala.

Es importante señalar que esta configuración no afecta la posibilidad de realizar llamadas de emergencia, por lo que el teléfono seguirá siendo funcional en situaciones críticas.

Expertos y Google recomiendan no
Expertos y Google recomiendan no usar redes 2G.

Una capa extra de seguridad

Google ha implementado medidas de protección adicionales en su aplicación Messages, que incluye un sistema de detección automática de SMS sospechosos. Sin embargo, expertos coinciden en que esta herramienta no es infalible. Por ello, la prevención más segura sigue siendo desactivar la conectividad 2G para evitar que el dispositivo pueda ser manipulado por antenas falsas.

La recomendación final es clara: no confiar en mensajes que soliciten datos sensibles o incluyan enlaces desconocidos, y acompañar estas medidas técnicas con una vigilancia constante de cuentas bancarias y contraseñas. Con el avance de estas nuevas modalidades de fraude, la seguridad digital depende cada vez más de decisiones conscientes por parte de los usuarios.