Smart TV en modo “apagado”: cuánta energía gasta realmente cuando sigue enchufado

Aunque estén apagados, los televisores inteligentes siguen consumiendo energía si permanecen enchufados a la corriente

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La energía que gasta un
La energía que gasta un televisor inteligente mientras está apagado. - (Imágen Ilustrativa Infobae)

Los televisores inteligentes, también conocidos como Smart TV, se han convertido en un electrodoméstico común en millones de hogares. Su versatilidad no se limita solo a ver canales tradicionales: también permiten acceder a plataformas de streaming como Netflix, YouTube o Prime Video, navegar por internet y conectar consolas, parlantes inteligentes u otros dispositivos.

A pesar de que su uso es frecuente, muchas personas desconocen un detalle importante, pues incluso cuando están apagadas, las Smart TV siguen consumiendo electricidad si están enchufadas a la corriente.

Este fenómeno se conoce como “consumo fantasma” o “energía en stand by”, y puede representar un gasto adicional en la factura eléctrica.

Televisor inteligente gasta energía así
Televisor inteligente gasta energía así se encuentre apagado. - (Imágen Ilustrativa Infobae)

¿Qué es el consumo en modo “stand by”?

El modo stand by es el estado de reposo en el que quedan algunos electrodomésticos cuando se apagan desde el control remoto, pero siguen conectados. No están encendidos, pero mantienen activas ciertas funciones internas, como el receptor infrarrojo para encenderse rápidamente o las actualizaciones automáticas de software.

Según Lenovo, compañía especializada en tecnología, en países como España entre el 7% y el 11% del consumo eléctrico anual de un hogar proviene de estos consumos fantasma generados por equipos aparentemente apagados.

En el caso de las Smart TV, el gasto varía dependiendo del modelo y del año de fabricación. Por ejemplo:

  • Modelos antiguos pueden llegar a consumir hasta 5 W diarios en modo reposo.
  • Modelos más nuevos han mejorado su eficiencia y consumen entre 1 y 3 W diarios en el mismo estado.
Es importante desenchufar el Smart
Es importante desenchufar el Smart TV si deseas ahorrar energía. (Imágen ilustrativa Infobae)

A lo largo del año, esto se traduce en un consumo aproximado de 21 kWh a 33 kWh, lo cual podría representar un gasto adicional de unos 2 euros anuales en países con tarifas energéticas similares a las de España. Aunque la cifra puede parecer baja, el impacto aumenta si se considera el total de dispositivos conectados que también permanecen en stand by: consolas, reproductores, routers, entre otros.

¿Cómo reducir este gasto energético?

Para evitar que tu Smart TV y otros equipos continúen generando consumo cuando no se usan, existen algunas recomendaciones simples:

  1. Desenchufar el televisor cuando no esté en uso, especialmente si vas a estar fuera de casa por varias horas o días.
  2. Utilizar regletas con interruptor, que permiten apagar varios dispositivos al mismo tiempo sin tener que desenchufarlos uno por uno.
  3. Activar el modo de ahorro de energía si tu televisor lo permite, ya que algunas marcas ofrecen funciones que reducen el consumo en stand by.
  4. Configurar actualizaciones automáticas para que solo se realicen en determinados horarios o desactivarlas si no son necesarias.

Además del televisor, también es importante prestar atención a otros aparatos electrónicos. Consolas de videojuegos, parlantes inteligentes, microondas, reproductores de DVD o Blu-ray y hasta el router pueden seguir consumiendo energía si se dejan conectados.

Tener tu Smart TV apagado
Tener tu Smart TV apagado no te asegura un ahorro energético seguro. (Imágen ilustrativa Infobae)

En el caso del router, solo conviene dejarlo encendido si tienes cámaras de seguridad que dependan de la conexión a internet. De lo contrario, también puede desconectarse por la noche o durante ausencias prolongadas.

Una suma que se nota a largo plazo

Aunque el consumo en stand by de un solo equipo parezca insignificante día a día, la suma de varios aparatos conectados permanentemente puede generar un aumento considerable en el consumo eléctrico anual. Más allá del impacto económico, también se trata de una práctica que contribuye a mejorar la eficiencia energética del hogar y a reducir el impacto ambiental.

Por eso, adoptar el hábito de desconectar los dispositivos que no usamos puede ser una medida sencilla pero efectiva para ahorrar energía y cuidar tanto el bolsillo como el planeta.