Por qué no se debe decir ‘no’ ni ‘aló’ cuando contestemos una llamada

Un gesto cotidiano como contestar una llamada puede ser la puerta de entrada a un sofisticado intento de fraude. Con el avance de las tecnologías de comunicación y el creciente uso de la voz como medio de verificación, las llamadas de números desconocidos se han convertido en un canal ideal para ciberdelincuentes.

Expresiones tan comunes como “no” o “aló” se han transformado en herramientas clave para quienes buscan suplantar identidades y cometer fraudes financieros.

Organizaciones de defensa del consumidor y entidades bancarias han alertado sobre los riesgos que implica contestar con naturalidad una llamada desconocida. Si bien decir “sí” figura como una de las respuestas más vulnerables —por su uso en fraudes donde se graba la autorización de la víctima—, otras expresiones frecuentes como “no” y “aló” también han quedado en la mira por facilitar distintos tipos de manipulación del audio o activar sistemas automáticos.

El caso del “no” es más sutil que el del “sí”. Aunque no representa una afirmación, su registro en una conversación puede ser recortado, editado o manipulado por estafadores que utilizan software de inteligencia artificial para simular voces humanas.

Con fragmentos del habla, pueden construir conversaciones falsas que sirvan para engañar a sistemas de atención automatizados, a representantes de entidades financieras o a servicios que verifiquen la identidad del usuario por voz.

Más explícito es el caso del “aló”. Su uso, extendido en países hispanohablantes, suele ser una manera casi instintiva de responder al teléfono. El problema no radica en su contenido, sino en lo que representa para los sistemas automáticos de marcación: una señal inequívoca de que hay una persona real del otro lado de la línea.

Muchos call centers automatizados —legítimos y delictivos— dependen de esa primera palabra para derivar la llamada a un operador humano. Si no se registra sonido humano, la llamada se cancela sin conectar. Responder con “aló”, entonces, habilita el paso a etapas posteriores del intento de estafa.

Los ciberdelincuentes no necesitan grandes fragmentos de audio para iniciar una suplantación de identidad. Con tan solo una muestra clara de voz, como un saludo o una afirmación, es posible generar grabaciones falsas con herramientas de manipulación sonora. Así, logran aparentar que una persona aceptó una oferta, contrató un servicio o autorizó una operación bancaria.

Entre las técnicas más utilizadas figura el vishing, donde el estafador se hace pasar por un representante de una entidad legítima —como un banco— y formula preguntas dirigidas a inducir una respuesta afirmativa: “¿Me escucha bien?”, “¿Es usted el titular de la cuenta?”.

Al captar la voz del interlocutor, el delincuente puede recrear un consentimiento inexistente. Aunque los sistemas bancarios no suelen autorizar transacciones con la voz como único factor, las grabaciones pueden combinarse con datos personales obtenidos por otras vías para realizar fraudes complejos.

La recomendación ante la llamada de un número desconocido es evitar respuestas automáticas como “sí”, “no”, “hola” o “aló”. En su lugar, se sugiere utilizar frases neutras que no puedan interpretarse como una autorización: “¿Quién habla?”, “¿Con quién desea comunicarse?”, o, mejor aún, permanecer en silencio unos segundos para identificar si se trata de una llamada automatizada.

Si quien llama se presenta como una entidad financiera o una empresa de servicios, lo más prudente es finalizar la conversación y contactar a la institución a través de sus canales oficiales. Bajo ningún motivo se debe proporcionar información personal, códigos, contraseñas ni datos bancarios.

Para quienes desean prevenir este tipo de situaciones, los teléfonos Android más recientes incluyen funciones que permiten identificar o filtrar llamadas sospechosas. Dispositivos de marcas como Samsung, Xiaomi, Motorola u Honor integran en la aplicación Teléfono de Google una herramienta de detección de spam. Para activarla, hay que seguir los siguientes pasos:

1. Abrir la aplicación Teléfono.
2. Tocar el ícono de tres puntos (arriba a la derecha).
3. Ingresar a “Configuración”.
4. Acceder a la sección “Identificador de llamada y spam”.
5. Activar las funciones “Ver ID de emisor y spam” y “Filtrar llamadas de spam”.

Esto permite que, antes de contestar, el sistema muestre en pantalla si el número tiene antecedentes como spam, estafa o publicidad no deseada.

Otra alternativa es bloquear directamente los números desconocidos. Esta función, también disponible en Android, impide que cualquier número no guardado en la agenda del teléfono pueda comunicarse. Para activarla:

1. Abrir la aplicación Teléfono.
2. Ir a “Configuración”.
3. Ingresar a “Números bloqueados”.
4. Activar la opción “Bloquear números desconocidos”.

Este tipo de medidas permite reducir la exposición a llamadas sospechosas, aunque puede tener el inconveniente de filtrar también comunicaciones legítimas como entrevistas laborales o citas médicas.