Cómo usar de forma segura un WiFi público, si no hay más formas de tener internet

En estas vacaciones de Semana Santa, cuando se viaja a lugares con poca conexión a internet, la única opción disponible para los usuarios es acceder a una red WiFi pública, puntos de acceso que están en lugares como cafeterías, aeropuertos o centros comerciales, donde la comodidad de la conexión es una ventaja, pero implica ciertos riesgos.

Las redes WiFi públicas no cuentan con medidas de seguridad robustas, lo que facilita que ciberdelincuentes puedan interceptar los datos que se transmiten. Por ello, es importante tomar precauciones para proteger la información personal y evitar que el dispositivo sea vulnerable a ataques.

La buena noticia es que existen diversas medidas que se pueden tomar para reducir los riesgos asociados a estas redes y navegar de manera más segura. Pese a que no se puede garantizar una seguridad total, siguiendo algunas pautas es posible minimizar las amenazas.

Una de las mejores prácticas para mantener seguros los datos al conectarse a una red WiFi pública es usar una red privada virtual (VPN). Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), una VPN cifra la conexión a internet, lo que dificulta que personas externas puedan interceptar la información que se transmite.

La VPN actúa como un túnel seguro entre el dispositivo y el servidor al que se conectan, protegiendo la actividad en línea de miradas curiosas. Es crucial elegir un servicio de VPN confiable y evitar las opciones gratuitas, porque algunas pueden no ofrecer la seguridad necesaria.

Otro punto clave es no acceder a datos sensibles mientras se está conectado a una red pública. Se debe evitar realizar transacciones bancarias o ingresar contraseñas en sitios web, porque estos datos pueden ser vulnerables a ciberataques.

Aunque es tentador aprovechar las redes WiFi gratuitas, tanto los celulares como las computadoras pueden ser objetivos fáciles para los atacantes si no se toman las precauciones adecuadas. Para minimizar los riesgos, es crucial asegurarse de que tu dispositivo tenga las últimas actualizaciones de seguridad.

Las actualizaciones suelen corregir vulnerabilidades conocidas que los ciberdelincuentes podrían intentar explotar. Mantener el sistema operativo y las aplicaciones al día es una de las formas más efectivas de evitar que un atacante aprovecha fallos de seguridad.

Otro aspecto fundamental es el uso de un antivirus confiable. Los programas antivirus pueden detectar y bloquear intentos de intrusión o malware que podrían llegar al dispositivo a través de la red pública.

Hay otras precauciones prácticas que ayudan a reducir los riesgos al conectarse a una red WiFi pública. Una de ellas es desactivar la opción de compartir archivos en el dispositivo.

Asimismo, se debe desactivar el Bluetooth del celular para evitar comprometer los datos del dispositivo, al momento de que un delincuente se conecte y acceda a datos privados como contactos o fotos.

También, es clave verificar la red pública. En algunos casos, los atacantes crean redes WiFi falsas con nombres que imitan a las legítimas, con el fin de engañar a los usuarios. Hay que confirmar el nombre correcto de la red con el personal del lugar o establecimiento, sobre todo si hay varias redes con nombres similares.

Una de las maneras más sencillas de saber si una conexión es segura es revisando la dirección web que se busca. Los sitios web que empiezan con “https://” son más seguros que aquellos con “http://”, porque el protocolo “https” cifra la información transmitida entre tu navegador y el sitio web.

Asimismo, muchas veces el navegador mostrará un candado verde junto a la URL al vistar un sitio seguro. Si la URL no tiene el prefijo “https” o no aparece el candado, es mejor evitar realizar cualquier actividad que requiera ingresar datos sensibles, como contraseñas o información bancaria.