Esta es la pregunta que se debe hacer en una llamada para evitar estafas con voces clonadas

En los últimos años, ha surgido un fenómeno alarmante: las estafas de suplantación de identidad mediante la clonación de voz. Este tipo de fraude se basa en el uso de inteligencia artificial (IA) para replicar las voces de personas específicas, generando grabaciones que suenan auténticas.

A través de un software avanzado de clonación de voz, los delincuentes pueden manipular audios para que suenen como si fuera de alguien cercano o de confianza, como un familiar o un ejecutivo de empresa. De este modo, logran engañar a las víctimas para que realicen transferencias de dinero o entreguen información confidencial.

A raíz de este tipo de amenazas, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) sugiere tomar precauciones, y una de las medidas más efectivas para evitar caer en este tipo de fraude es realizar una pregunta de seguridad sobre algo que solo una persona de confianza pueda responder, como ¿Cuál fue el nombre de mi primera mascota?

Mediante un software de clonación de voz, los delincuentes analizan grabaciones previas de la víctima para generar audios artificiales que imitan su tono, ritmo y acento de manera casi perfecta.

Este tipo de fraude permite a los atacantes engañar a la víctima para que realice acciones que normalmente no harían, como transferir dinero a cuentas desconocidas o dar información confidencial.

Las tecnologías involucradas, como el “deepfake de voz”, utilizan IA para replicar voces humanas con un nivel de fidelidad que muchas veces resulta indistinguible de una conversación real. Esto representa un reto para las víctimas, porque los delincuentes pueden hacer que el interlocutor piense que está hablando con un ser querido o un colega de confianza.

Reconocer una llamada fraudulenta puede resultar complicado, sobre todo cuando la voz del interlocutor suena legítima. Sin embargo, existen señales que pueden ayudar a identificar una estafa. La primera de estas señales es la urgencia.

Los delincuentes suelen emplear un tono de desesperación para crear presión y hacer que la víctima actúe sin pensar. Pueden afirmar que un familiar está en apuros o detenido y que necesita dinero con urgencia. Además, suelen pedir transferencias de dinero de forma inmediata, sin dar espacio para comprobar los hechos.

Otra señal de alerta es la falta de detalles específicos. En muchas de estas llamadas, la persona que clona la voz no puede dar información precisa o verificada sobre el evento que está describiendo, así que es crucial colgar la llamada e intentar contactar a la persona de confianza de forma independiente, ya sea mediante otro teléfono o a través de un canal seguro.

La mejor manera de prevenir una estafa de clonación de voz es tener una pregunta de seguridad acordada previamente con familiares o personas de confianza. Esta pregunta debe ser única y conocida solo por la persona a la que se le está suplantando la identidad.

Los casos típicos incluyen preguntas como “¿Cuál es el nombre de mi mascota?” o “¿En qué ciudad nací?”. La clave es elegir una pregunta cuya respuesta sea algo personal y específico, que no sea fácil de obtener por terceros, incluso si han escuchado grabaciones previas de la persona.

Si se recibe una llamada sospechosa, lo primero que se debe hacer es preguntar por esta respuesta. Si la persona al otro lado de la línea no puede responder correctamente, es un claro indicio de que la llamada es fraudulenta.

Las preguntas de seguridad son una barrera importante frente a este tipo de fraudes, porque son difíciles de predecir y no dependen de información que pueda ser recopilada fácilmente por los delincuentes.

El no tomar precauciones frente a las estafas de voz clonada puede resultar en consecuencias graves, tanto a nivel financiero como personal. Los ciberdelincuentes se aprovechan de la falta de precaución para obtener dinero, información confidencial o acceder a cuentas bancarias.

Si una víctima cae en una estafa y transfiere dinero o entrega de información sensible, los estafadores pueden utilizar estos datos para realizar otros fraudes, o incluso robar la identidad de la persona.

Además de los perjuicios económicos, las víctimas enfrentan una pérdida de confianza y seguridad. Una vez que los delincuentes obtienen acceso a información personal, pueden utilizarla para cometer otros fraudes.