Elon Musk revela qué piensa sobre el impacto de la inteligencia artificial en el trabajo y el conocimiento: ¿no más humanos?

Las proyecciones del magnate revelan un dilema entre el placer de la innovación y el temor a perder el control sobre lo creado

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Elon Musk, aunque advierte sobre
Elon Musk, aunque advierte sobre los riesgos, su obsesión lo empuja a liderar la carrera hacia un futuro dominado por máquinas más inteligentes que él - EFE/EPA/ZBIGNIEW MEISSNER

En una serie de apariciones públicas que marcaron los últimos años, el fundador de Tesla, SpaceX y xAI, Elon Musk, ha enfatizado en su visión más ambiciosa, y en algunos aspectos temida, sobre la inteligencia artificial.

El conocimiento de la IA desplazará al humano

Para el controvertido líder tecnológico, la IA no solo va a superar a la mente humana, va a dominarla en número y presencia. “El porcentaje de inteligencia que es biológica se reduce cada mes que pasa. Al final, será inferior al 1%”, advirtió Musk durante la 27ª Conferencia Global del Milken Institute que se desarrolló en el 2024.

Esta declaración no fue una frase casual. Musk lleva años alertando sobre los riesgos de esta tecnología, y sin embargo, la impulsa con una velocidad que desconcierta. En el mismo escenario donde cuestionó el crecimiento desregulado de la IA, también defendió su inevitabilidad.

En discursos públicos mezcla advertencias
En discursos públicos mezcla advertencias con entusiasmo, mientras empuja sus empresas hacia una inteligencia artificial autónoma - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El CEO de Tesla señaló que la inteligencia biológica podría quedar como “un respaldo, un amortiguador de la inteligencia”, pero que lo dominante será lo digital.

El impacto de la IA en el sector laboral

A finales de 2023, en un diálogo con el primer ministro británico Rishi Sunak, fue aún más tajante. De acuerdo con Musk La IA eliminará todos los trabajos. “Habrá un punto donde ningún empleo será necesario”, anticipó.

Esta visión, lejos de ser una predicción lejana, para Musk es inminente. Y no se detiene ahí, piensa que nos enfrentamos a un tipo de entidad que será “la fuerza más disruptiva de la historia”. En sus propias palabras, se tratará de “una figura que por primera vez superará al ser humano en inteligencia”.

Este futuro, según Musk, no es solo una posibilidad técnica. Es también una amenaza existencial. Durante la cumbre de seguridad de la IA en Reino Unido, defendió que haya un árbitro global que vigile el desarrollo de estos sistemas.

Su propuesta de datos sintéticos
Su propuesta de datos sintéticos abre un nuevo capítulo donde las máquinas se enseñan a sí mismas sin depender del contenido humano - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y aunque sus posturas parecen oscilar entre la alarma y la fascinación, su propuesta siempre vuelve a lo mismo, avanzar rápido, pero con alguien que supervise.

Como CEO de xAI y propietario de la red social X, Musk conoce desde adentro las limitaciones actuales del entrenamiento de modelos. En su diagnóstico, la IA está a punto de agotar todo el contenido disponible en internet.

Y su solución (controvertida como tantas otras) consiste en alimentar a las máquinas con datos sintéticos: que la IA genere su propio conocimiento. Una IA que aprende de sí misma.

El futuro del placer de la mano de la IA

No es el único campo donde Musk prevé consecuencias insospechadas. Durante el 2025, una conversación con Joe Rogan, planteó que los robots sexuales impulsados por IA serán una realidad comercial en menos de cinco años.

En charlas recientes anticipa androides
En charlas recientes anticipa androides que simulan afecto, cambiando para siempre la forma en que nos relacionamos con la tecnología - (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Probablemente no mucho tiempo”, dijo al ser consultado por la fecha de llegada al mercado. Para él, el avance tecnológico hace inevitable que surjan androides capaces de simular interacciones humanas de forma realista, incluso en la intimidad. Aunque aclaró: “No estoy diciendo que debamos hacerlo, pero si sigue la curva exponencial, es inevitable”.

Ese “probablemente puedas tener lo que quieras”, que dijo en tono jocoso cuando Rogan le preguntó si los robots serían “cálidos” al tacto, revela más de lo que aparenta. Musk no está sólo proyectando una tendencia comercial.

Está anticipando un cambio en la relación entre humanos y máquinas. Y en su visión, esa relación ya no estará mediada por la necesidad, sino por el deseo.

La paradoja de Musk con la inteligencia artificial es que, mientras alza la voz contra su posible descontrol, también alimenta su desarrollo con cada decisión empresarial. Considera que el rumbo ya está marcado.