Crean una lata mágica que se enfría sola usando un botón y en segundos: cómo funciona

El dispositivo es capaz de mantener su contenido a una baja temperatura durante 45 minutos a -7°

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El interruptor en la base
El interruptor en la base de Cool Can activa el sistema exotérmico para enfriar el líquido rápidamente. (Delta H Innovations )

La industria de las bebidas prepara una de las soluciones más esperadas por los consumidores: la primera lata autoenfriable del mundo. Este es un prototipo está siendo desarrollado por la startup londinense Delta H Innovations y su nombre es la Cool Can.

Con esta lata, que parece un envase común, se puede disfrutar de una bebida fría en cuestión de segundos, sin necesidad de neveras, hielo o sistemas de refrigeración tradicionales.

La Cool Can es una lata de aluminio, como las que conocemos para refrescos y otras bebidas. Sin embargo, su apariencia esconde un sistema de tecnología innovadora que cambia por completo la experiencia de consumo. En lugar de depender de un proceso de enfriamiento externo, la Cool Can utiliza una reacción química interna que permite reducir la temperatura de su contenido a unos 6-7 ºC en solo unos segundos, manteniéndolo frío durante un máximo de 45 minutos.

Cómo es el funcionamiento de la Cool Can

El secreto detrás de esta lata autoenfriable se encuentra en su base. En lugar de una simple tapa o un fondo plano, la base de la Cool Can alberga un interruptor que desencadena el proceso de enfriamiento.

Delta H Innovations desarrolla Cool
Delta H Innovations desarrolla Cool Can, la primera lata autoenfriable con tecnología innovadora. (Delta H Innovations )

Al presionar este botón, se activa una reacción química que empieza a enfriar la bebida de manera inmediata. Este sistema se basa en un diseño ingenioso que incorpora un depósito oculto de agua en la base de la lata. Al pulsar el interruptor, el agua es liberada en el espacio entre las paredes dobles de la lata, donde interactúa con una mezcla de sales patentadas incrustadas en las paredes de aluminio.

Esta combinación genera una reacción exotérmica que provoca el enfriamiento rápido del líquido, similar a la acción de un paquete de gel refrigerante, pero con un proceso mucho más eficiente.

La tecnología detrás de la Cool Can no solo se limita a enfriar la bebida de manera sorprendentemente rápida, sino que también garantiza que el líquido no se vea alterado por ningún componente químico. Todos los elementos que desencadenan el enfriamiento están separados del contenido de la lata, lo que asegura que el sabor y la calidad de la bebida no se vean comprometidos.

Además, un detalle de diseño brillante es que el símbolo del copo de nieve impreso en la parte inferior del lateral de la lata se vuelve azul cuando la bebida alcanza la temperatura ideal para su consumo, lo que proporciona una señal visual clara al usuario.

El diseño garantiza que el
El diseño garantiza que el sistema de enfriamiento no afecta el sabor ni la calidad de la bebida. (Delta H Innovations )

Uno de los aspectos más atractivos de este proyecto es su sostenibilidad. Los materiales utilizados en su fabricación son 100% reciclables, lo que refuerza la apuesta por una tecnología ecológica y respetuosa con el medio ambiente.

El proceso de enfriamiento es completamente libre de sustancias nocivas o de alto impacto medioambiental, lo que convierte a esta lata en una opción atractiva en un mundo cada vez más consciente de la necesidad de reducir las emisiones de carbono y el consumo de energía.

La posibilidad de enfriar bebidas de manera rápida y eficiente sin necesidad de un sistema de refrigeración tradicional puede tener un impacto considerable en el consumo al aire libre, especialmente en lugares donde las opciones de enfriamiento son limitadas.

Cool Can apuesta por la
Cool Can apuesta por la sostenibilidad con materiales 100% reciclables y proceso libre de sustancias nocivas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según datos de Delta H Innovations, cada año se consumen aproximadamente 190.000 millones de latas de bebidas en todo el mundo, muchas de las cuales no están refrigeradas. La startup asegura que el 74% de los consumidores estarían dispuestos a pagar un poco más por una bebida que se pueda enfriar en el momento, sin la necesidad de esperar a que esté en la nevera o disponer de acceso a un espacio con temperatura controlada.

Aunque el concepto de la Cool Can ya se ha dado a conocer, la patente de su tecnología aún está en proceso de aprobación. Esto significa que, por el momento, no se puede adquirir este producto, pero todo indica que pronto estará disponible en el mercado en algún momento.