La lavadora bota un olor desagradable luego de cada lavado: cómo eliminarlo

Las lavadoras, por su propio funcionamiento, pueden acumular restos de suciedad, humedad y otros residuos con el paso del tiempo. Esto, sumado a una ventilación incorrecta y la falta de limpieza regular, puede ser la causa principal de los olores molestos que suelen aparecer después de cada lavado.

Este problema afecta el rendimiento del electrodoméstico y puede impregnar la ropa con un olor desagradable a humedad que resulta difícil de eliminar. Aunque la causa de estos olores puede ser variada, los hábitos de uso y el mantenimiento adecuado son claves para evitar su aparición y corregirlos cuando ya se han instalado.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, cuando la lavadora no tiene el espacio adecuado para respirar o cuando se cierra inmediatamente después de cada lavado, la humedad queda atrapada en su interior. Así que para combatir este problema, es necesario realizar una limpieza profunda y adoptar algunos hábitos.

La OCU sugiere realizar una limpieza exhaustiva del filtro y la goma de la lavadora. Ambos componentes son susceptibles de acumular restos de detergente, suciedad y residuos de ropa, lo que contribuye a la proliferación de malos olores.

Para limpiar el filtro, se debe extraer y eliminar cualquier obstrucción que pueda estar bloqueando el paso del agua. En cuanto a la goma, es importante revisarla con regularidad, porque puede acumularse moho si no se seca adecuadamente después de cada lavado.

Una vez limpiados estos componentes, es clave realizar un lavado en vacío a una temperatura alta (90°C) utilizando bicarbonato en lugar de detergente. El bicarbonato actúa como un desinfectante natural que elimina los residuos de suciedad y neutraliza los malos olores.

Si el mal olor ya se ha transferido a la ropa, hay que corroborar de lavar las prendas a una temperatura alta, siempre y cuando la etiqueta de la prenda lo permita. Usar una taza de bicarbonato en lugar de detergente es una opción efectiva para eliminar los olores persistentes.

Después de lavar, es crucial que las prendas se tiendan al sol para que se aireen bien y sequen completamente, porque la humedad residual puede ser la causa principal de la reaparición de los malos olores.

También, se puede usar vinagre blanco durante el lavado. Según la OCU, este producto tiene propiedades desinfectantes y puede ayudar a eliminar los restos de suciedad en la ropa. No sobrepasar la dosis sugerida, porque el vinagre, en grandes cantidades, podría dañar las fibras de la ropa.

Para evitar que el mal olor vuelva a aparecer, es clave seguir ciertas pautas de uso. La OCU sugiere leer siempre las instrucciones de dosificación del detergente que proporciona el fabricante.

Utilizar demasiado detergente no solo es innecesario, sino que provoca la acumulación de residuos que contribuyen a la aparición de malos olores. También, se debe evitar agregar detergente “a ojo”, porque el exceso de productos puede obstruir el sistema de la lavadora.

Asimismo, es importante dejar siempre abierta la puerta y el cajón del detergente después de cada lavado. Esta práctica facilita la ventilación de la lavadora y previene la acumulación de humedad dentro de sus compartimientos.

Además, cuando se lave a bajas temperaturas, se debe realizar de vez en cuando un lavado a alta temperatura (70°C - 90°C) para eliminar cualquier rastro de suciedad que pueda haber quedado en el tambor.

El mantenimiento preventivo es clave para evitar que los malos olores se acumulen en la lavadora. La OCU sugiere limpiar el filtro de la lavadora al menos una vez al mes.

Otro punto clave es revisar las prendas antes de introducirlas en la lavadora, para evitar que restos de suciedad o pequeños objetos se queden dentro del tambor y contribuyan a la formación de malos olores.

Si la lavadora tiene un cajón de detergente extraíble, es conveniente limpiarlo regularmente, incluso con la ayuda de un cepillo de dientes, para eliminar cualquier residuo.