Por qué un smartphone pierde batería tan rápido: factores ocultos que afectan su duración

Algunos informes han señalado que las baterías de litio pierden alrededor del 20% de su capacidad después de 300 ciclos de carga

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El uso intensivo de aplicaciones
El uso intensivo de aplicaciones en segundo plano puede contribuir al agotamiento acelerado de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El agotamiento de la batería de los smartphones es un problema común para los usuarios. A pesar de las mejoras tecnológicas, muchos siguen experimentando una rápida descarga, lo que puede resultar frustrante, especialmente en momentos clave.

Este fenómeno puede atribuirse a diversos factores que van más allá del simple uso del dispositivo. A continuación, se analizan las principales razones detrás de la rápida disminución de la batería, algunas de las cuales no son evidentes para la mayoría de los usuarios.

Uso intensivo de aplicaciones

Aplicaciones como juegos de alta calidad, aplicaciones de transmisión de video o redes sociales, que constantemente actualizan contenidos, consumen más energía debido a su necesidad de procesar grandes volúmenes de datos. Por otra parte, las aplicaciones que operan en segundo plano también pueden agotar la batería sin que el usuario lo note.

El mantenimiento de servicios como
El mantenimiento de servicios como la geolocalización en segundo plano puede reducir significativamente la duración de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un ejemplo claro de ello es el uso de aplicaciones de mensajería que, aunque no están activamente en uso, siguen consumiendo recursos al recibir notificaciones constantes. Los expertos recomiendan ajustar la configuración de estas aplicaciones, desactivando las notificaciones o limitando la cantidad de actualizaciones en segundo plano para reducir el impacto en la batería.

Redes móviles y señal

La calidad de la señal móvil es otro factor crucial que afecta la duración de la batería. Cuando un teléfono móvil está en una zona con mala cobertura, el dispositivo aumenta la potencia de su señal, lo que provoca un consumo adicional de energía. En estos casos, el teléfono intenta constantemente buscar una señal más fuerte, lo que acelera el drenaje de la batería.

Esto es particularmente notorio en zonas rurales o en interiores donde la señal es débil. Los usuarios pueden experimentar una rápida descarga de batería en tales situaciones, a pesar de no estar usando el dispositivo activamente.

Las actualizaciones del sistema operativo
Las actualizaciones del sistema operativo pueden implicar un consumo extra de recursos que afecta la duración de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Pantalla y brillo

La pantalla es uno de los componentes más demandantes en términos de consumo energético. Los smartphones modernos cuentan con pantallas de alta resolución y brillo, características que consumen considerable cantidad de batería. La configuración predeterminada de brillo automático, que ajusta la intensidad de la pantalla según las condiciones de luz ambiental, puede no ser suficiente para evitar un uso excesivo de la batería.

El brillo constante al máximo o configuraciones de pantalla muy exigentes, como la visualización en resoluciones muy altas o la utilización de fondos animados, también pueden acelerar la descarga. Los expertos sugieren reducir el brillo de la pantalla manualmente o activar el modo de ahorro de energía para maximizar la duración de la batería.

Baterías envejecidas y deterioradas

Con el paso del tiempo, las baterías de los smartphones se desgastan. Esto ocurre principalmente por el ciclo de carga y descarga al que se someten las baterías de litio. A medida que la batería envejece, su capacidad de mantener carga disminuye, lo que provoca que la duración de la batería sea cada vez más corta.

El uso intensivo de aplicaciones
El uso intensivo de aplicaciones en segundo plano puede contribuir al agotamiento acelerado de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Algunos informes han señalado que las baterías de litio pierden alrededor del 20% de su capacidad después de 300 ciclos de carga. Esto puede no ser evidente en un principio, pero a medida que se acumulan más ciclos de carga, los usuarios comenzarán a notar que el dispositivo se descarga más rápidamente.

Aplicaciones y servicios en segundo plano

Los smartphones están diseñados para ejecutar múltiples tareas simultáneamente, pero no todas las aplicaciones que corren en segundo plano son necesarias. Algunas aplicaciones continúan utilizando recursos del dispositivo, incluso cuando no están activas en la pantalla. Este comportamiento puede ser particularmente problemático si el teléfono está configurado para ejecutar varias aplicaciones de manera constante.

En particular, los servicios de geolocalización y las actualizaciones automáticas de aplicaciones son responsables de un consumo adicional de batería. Los usuarios pueden optimizar la duración de la batería desactivando servicios de ubicación innecesarios o limitando las actualizaciones automáticas de las aplicaciones.

Las actualizaciones del sistema operativo
Las actualizaciones del sistema operativo pueden implicar un consumo extra de recursos que afecta la duración de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Conectividad Bluetooth y Wi-Fi

La conectividad constante a redes Wi-Fi o dispositivos Bluetooth también puede influir en la duración de la batería. Aunque estas tecnologías son útiles para conectar el teléfono a internet o a dispositivos como audífonos o relojes inteligentes, mantener estas conexiones activas constantemente puede aumentar el consumo de energía.

Los usuarios suelen olvidar desactivar el Wi-Fi o el Bluetooth cuando no están en uso, lo que provoca un agotamiento innecesario de la batería. Los expertos sugieren apagar estas funciones cuando no son necesarias para extender la duración de la batería.

Procesos y actualizaciones del sistema

Finalmente, el software del teléfono también juega un papel en el consumo de batería. Las actualizaciones del sistema operativo, aunque importantes para la seguridad y el rendimiento, pueden implicar procesos que requieren más recursos. Durante el proceso de actualización, el dispositivo puede utilizar más energía para descargar e instalar archivos, lo que puede afectar temporalmente la duración de la batería.

El mantenimiento de servicios como
El mantenimiento de servicios como la geolocalización en segundo plano puede reducir significativamente la duración de la batería. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, las versiones de software desactualizadas pueden generar procesos en segundo plano innecesarios que consumen recursos. Mantener el dispositivo actualizado y eliminar aplicaciones o servicios que no se utilizan puede ayudar a mejorar la eficiencia energética del teléfono.

La duración de la batería de un smartphone está influenciada por varios factores interrelacionados, muchos de los cuales no son evidentes para el usuario promedio. Desde el uso intensivo de aplicaciones hasta la calidad de la señal móvil y el envejecimiento de la batería, diversos elementos afectan la rapidez con la que se descarga. Con una gestión adecuada de la configuración y el uso del dispositivo, los usuarios pueden mitigar estos problemas y optimizar el rendimiento de la batería de sus smartphones.