Un profesor logra identificar trabajos hechos con inteligencia artificial: esta fue la estrategia

La inteligencia artificial ha llevado a las aulas de clase, los estudiantes conocen de estas herramientas y las implementan en sus tareas, por eso los profesores deben buscar las alternativas y un docente en Francia ha creado un sistema que le permite contrarrestar esta situación.

A través de su cuenta de TikTok, Lucas Markarian, un profesor de matemáticas de Marsella, Francia, ha contado los detalles de cómo se han visto en la necesidad de adoptar medidas más estrictas para detectar el uso indebido de plataformas como ChatGPT por parte de los estudiantes.

Markarian ha implementado un sistema que combina tecnología con métodos tradicionales para detectar el uso de IA en los deberes de sus alumnos. En lugar de depender únicamente de software de detección de inteligencia artificial o herramientas automatizadas que a veces pueden ser poco efectivas, él ha optado por una estrategia más directa: pedir a los estudiantes que repitan los ejercicios en clase.

El proceso es bastante sencillo. Después de recibir las tareas hechas en casa, el profesor asigna los mismos ejercicios a los estudiantes para que los resuelvan de manera individual en el aula. A través de este método, el docente puede comparar las respuestas de los estudiantes en el entorno controlado del aula con las soluciones presentadas en sus tareas.

El truco está en que, si un estudiante ha utilizado IA para completar su tarea, es probable que no sea capaz de desglosar adecuadamente las operaciones que lo llevaron al resultado final. Si bien la respuesta numérica puede ser correcta, la falta de comprensión en el proceso de resolución es evidente cuando se les pide que lo expliquen en tiempo real.

Markarian describe esta técnica como “muy efectiva”, ya que permite identificar rápidamente a aquellos estudiantes que han recurrido a herramientas de IA para obtener respuestas sin comprender los pasos intermedios necesarios.

“Cuando un estudiante obtiene una calificación alta en la tarea, pero baja o reprobatoria en el trabajo en clase, se convierte en evidencia clara de que hizo trampa”, señala el profesor en su cuenta de TikTok, donde comparte su experiencia con otros educadores.

Aunque Markarian no está en contra del uso de la inteligencia artificial, sí critica cómo los estudiantes la emplean en lugar de utilizarla como una herramienta complementaria para aprender. Según él, la IA debería ser un recurso para facilitar el estudio y ayudar a los estudiantes a comprender los conceptos, no una forma de evadir el proceso de aprendizaje.

El profesor sostiene que el problema radica en que los estudiantes recurren a la IA para obtener respuestas rápidas, sin hacer el esfuerzo necesario para entender cómo llegar a esas respuestas.

En sus palabras, el uso de ChatGPT para realizar tareas no convierte a los estudiantes en “malos alumnos”, pero sí deja en evidencia una falta de inteligencia en el sentido de saber cómo hacer trampa de manera efectiva.

Según el docente, muchos de los estudiantes tienden a copiar de manera íntegra lo que la IA les proporciona, sin modificar ni entender las explicaciones matemáticas que esta genera. El problema se agrava cuando los alumnos se enfrentan a preguntas complejas en clase y no pueden desglosar los pasos del razonamiento que llevaron a la solución final.

Markarian explica que esta falta de “picardía” al hacer trampa es una señal de que los estudiantes no están aprovechando correctamente la IA. “No saben hacer trampa bien”, afirma, haciendo referencia a cómo copian literalmente los textos generados por la inteligencia artificial, incluidos los términos y fórmulas matemáticas que no han aprendido a aplicar correctamente.