Generación Z engaña a los jefes con el ‘task masking’: qué es y cómo lo usan en la oficina

La popularidad de esta técnica ha sido impulsada en redes sociales, donde varios influencers abiertamente cuentan cómo logran efectuarla en sus entornos laborales

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Aunque la Generación Z es
Aunque la Generación Z es una de las más eficientes, muchos recurren al "task masking", la técnica de aparentar estar más ocupados de lo que realmente están, impulsados por la necesidad de destacar en el entorno laboral - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La llegada de la Generación Z al mundo laboral ha traído consigo nuevas dinámicas de trabajo que difieren considerablemente de las que sus predecesores vivieron. Nacidos entre 1996 y 2010, los jóvenes de esta generación se han enfrentado a un panorama laboral marcado por la transición al teletrabajo y la acelerada digitalización.

Sin embargo, detrás de su destreza tecnológica y su aparente capacidad para adaptarse a nuevas herramientas, surgen algunas dificultades que marcan su paso por las oficinas. Un fenómeno creciente, denominado “task masking”, es una de las principales estrategias que la Generación Z ha adoptado para enfrentar las presiones laborales, y refleja una paradoja en la manera en que entienden la productividad.

En qué consiste el “task masking”

Con el teletrabajo y la
Con el teletrabajo y la digitalización, los jóvenes de la Generación Z recurren al "task masking", una forma de simular trabajo constante mientras mantienen su eficiencia intacta - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el contexto de la Generación Z, una de las estrategias que más ha resonado es el “task masking”. Este término hace referencia a la práctica de hacerle creer a los jefes que se está trabajando más de lo que realmente se hace. Aunque la productividad de estos empleados no cambia, sí buscan demostrar que están más ocupados de lo que en realidad están.

La popularidad de esta técnica ha sido impulsada por plataformas como TikTok, donde varios influencers abiertamente cuentan cómo logran simular estar ocupados en sus tareas laborales.

Los métodos varían, pero en su mayoría implican estrategias simples pero eficaces: caminar rápidamente de un lado a otro con montones de papeles en las manos, teclear de forma ruidosa o cambiar constantemente entre ventanas del ordenador para crear la ilusión de estar multitarea.

En un entorno donde la
En un entorno donde la productividad es clave, los jóvenes de la Generación Z adoptan el "task masking" como estrategia para dar la impresión de estar ocupados, mientras manejan su carga de trabajo con eficiencia - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según un estudio, el 36% de los trabajadores encuestados reconoció haber utilizado en algún momento esta técnica para aparentar estar trabajando más de lo que realmente hacían.

Que tan mala puede ser la practica del “task masking”

Lo que más sorprende de esta práctica es que no está motivada por una falta de eficiencia. De hecho, el 70% de los que practican el task masking admiten que, en muchos casos, su productividad real no solo se mantiene, sino que incluso puede superar la de sus compañeros.

Muchos de estos empleados terminan sus tareas antes de lo previsto, lo que, en teoría, podría dejarlos con tiempo libre. Sin embargo, el temor a que se les asigne más trabajo si se percibe que tienen demasiado tiempo libre, los lleva a simular una carga de trabajo constante.

La Generación Z encuentra una
La Generación Z encuentra una nueva forma de lidiar con la oficina: task masking - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este fenómeno plantea una pregunta relevante: ¿es el modelo tradicional de jornada laboral de ocho horas aún válido en un mundo donde la tecnología permite que las tareas se realicen en menos tiempo? Los avances tecnológicos, sumados a la eficiencia de la Generación Z, han puesto en evidencia que el trabajo podría realizarse de manera más eficiente si se priorizaran los resultados por encima del tiempo invertido.

Uno de los motivos principales por los que los miembros de la Generación Z recurren al task masking es la necesidad de destacarse dentro del entorno laboral.

El fenómeno del task masking pone de manifiesto una necesidad urgente de replantear los modelos laborales tradicionales.

Si bien la Generación Z es muy capaz en términos de eficiencia y resultados, las presiones por cumplir con expectativas que van más allá de los objetivos, como la necesidad de parecer siempre ocupado, pueden tener efectos contraproducentes.

La flexibilidad en el entorno de trabajo se presenta como una posible solución para mitigar este fenómeno.

Permitir que los trabajadores definan sus horarios según sus necesidades o implementar métodos de evaluación que se basen más en los resultados concretos que en las horas de trabajo podría ser clave.

El trabajo remoto, aunque no está exento de sus propios desafíos, ha demostrado ser una alternativa que favorece la autonomía y, en muchos casos, la autenticidad en la productividad de los empleados.