No es el televisor ni la lavadora: este es el electrodoméstico que debes desconectar primero para evitar incendios

Muchas personas consideran que los incendios domésticos se originan en grandes electrodomésticos como televisores o lavadoras, pero un aparato más pequeño y cotidiano esconde un peligro mayor.

Según datos de la empresa estadounidense Jenkins Restorations, más de 700 personas mueren cada año en todo el mundo por incendios y electrocuciones relacionadas con tostadoras. Este electrodoméstico, presente en la mayoría de las cocinas, puede convertirse en una amenaza si no se toman las precauciones necesarias.

El problema reside en la misma naturaleza de la tostadora, cuya función implica generar calor. Los elementos eléctricos de estos dispositivos pueden continuar produciendo calor incluso después de finalizar el tiempo programado, lo que incrementa el riesgo de incendio.

Las tostadoras pueden ser peligrosas por diversos factores técnicos y de uso. Uno de los problemas más comunes es la acumulación de migas en su interior. Estos residuos, en contacto con los elementos calefactores, pueden alcanzar temperaturas elevadas y generar pequeñas llamas. Si no se apagan a tiempo, estas llamas pueden extenderse a los muebles y otros objetos cercanos.

Otro aspecto crítico es el fallo en los mecanismos de apagado. Algunas tostadoras continúan funcionando incluso después de finalizado el tiempo programado, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento. En ciertos modelos defectuosos, la resistencia permanece activa, convirtiendo el aparato en una fuente potencial de incendio incluso cuando no está en uso.

Para reducir el riesgo de incendios, es fundamental adoptar medidas preventivas. Según Jenkins Restorations, una de las acciones más importantes es mantener la tostadora limpia. Las migas acumuladas pueden actuar como combustible en caso de sobrecalentamiento, por lo que se sugiere limpiarla regularmente.

Otra medida clave es asegurarse de apagar y desenchufar la tostadora después de cada uso. Aunque parece una acción sencilla, muchas personas lo olvidan por la rutina diaria.

Además, utilizar las configuraciones adecuadas del aparato no solo mejora la calidad del tostado, sino que también reduce el riesgo de sobrecalentamiento y posibles fallos eléctricos.

El mantenimiento regular es fundamental para evitar accidentes. Limpiar la tostadora semanalmente ayuda a eliminar residuos como migas, polvo o grasa, que podrían provocar humo o incluso incendios.

La inspección visual también es clave. Si se detectan manchas negras, cables descoloridos o cualquier otro signo de daño, es necesario apagarla y desconectarla de inmediato. Los expertos sugieren reemplazar las tostadoras que hayan superado su vida útil, la cual suele oscilar entre 6 y 8 años.

No siempre que una tostadora emita humo significa que está a punto de incendiarse. En algunos casos, las causas pueden ser la acumulación de polvo, grasa o incluso el revestimiento de fábrica en modelos nuevos. En estos casos, dejar que el aparato funcione durante un período breve puede ayudar a eliminar estos residuos.

Sin embargo, si el humo persiste o el aparato presenta un olor a quemado, es esencial desconectarlo de inmediato y revisar su estado. Si el problema no se soluciona, hay que reemplazar la tostadora antes de que represente un riesgo mayor.

Si la tostadora se incendia, es crucial reaccionar de manera rápida y efectiva. Lo expertos sugieren seguir cuatro pasos esenciales para minimizar los daños domésticos.

• Desconectar la tostadora de la corriente eléctrica de inmediato. Esto evitará que el fuego se propague a otros electrodomésticos o reavive las llamas.
• Utilizar un extintor o una manta ignífuga. Si se emplea un extintor, la boquilla debe dirigirse a la base del fuego y rociar hasta extinguirlo. En el caso de la manta, debe cubrirse el fuego para privarlo de oxígeno.
• Apagar otros electrodomésticos cercanos para evitar sobrecalentamientos y la propagación.
• Ventilar el área y retirar objetos inflamables. Una vez controlado el fuego, abrir una ventana para disipar el humo y eliminar cualquier elemento que pueda volver a encenderse.

Asimismo, si el incendio se extiende por todo el hogar y resulta incontrolable, lo más importante es evacuar la vivienda y contactar al servicio de bomberos de inmediato.