Si tienes miedo a usar la banca digital para hacer transferencias o pagar servicios, estos consejos son para ti

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la elección correcta de contraseñas y dispositivos para acceder a las cuentas

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La evolución de la banca
La evolución de la banca refleja constantes retos frente a innovaciones tecnológicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Continuamente surge reportes sobre casos de estafa a través de plataformas digitales. Una situación, que sumada al desconocimiento y la falta de información, puede llevar a muchos usuarios a privarse de los beneficios de la banca virtual. Una opción que permite hacer pagos, recibir dinero y realizar compras en pocos segundos y evitando desplazamientos.

Por eso, hoy la clave está en cómo superar este miedo y utilizar la banca digital de forma segura, tomando en cuenta una serie de buenas prácticas y recomendaciones.

Por qué hay miedo al momento de usar la banca digital

Una de las principales razones que genera resistencia al uso de la banca digital es el temor al cambio. La idea de hacer transacciones financieras a través de internet, sin la interacción directa con un cajero o asesor bancario, resulta intimidante para muchos. A esto se suman las preocupaciones sobre la seguridad, dado que se cree que en un entorno digital es más fácil que se produzcan fraudes o vulneraciones de datos.

La banca digital asegura protocolos
La banca digital asegura protocolos avanzados, pero la responsabilidad también recae en los usuarios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El manejo de dinero siempre ha implicado riesgos, y la banca digital no es la excepción. Sin embargo, al igual que con las tarjetas de crédito o los cajeros automáticos, existen medidas que se pueden tomar para reducir esos riesgos al mínimo.

Para que las personas puedan sentirse seguras al usar estos servicios, las entidades bancarias han implementado una serie de protocolos de seguridad avanzados, además de innovar en herramientas y canales de atención al cliente. Sin embargo, la responsabilidad también recae en los usuarios, quienes deben seguir ciertas prácticas que los ayuden a proteger su información personal y financiera.

Recomendaciones y buenas prácticas para usar la banca digital de forma segura

  • Accede desde dispositivos seguros

El primer paso para garantizar la seguridad en la banca digital es usar dispositivos personales y seguros. Ya sea una computadora, un teléfono móvil o una tablet, nunca se debe acceder a la banca digital desde equipos públicos o desconocidos, como los de bibliotecas, cafés o centros comerciales, pues estos pueden estar infectados con malware o software espía que pone en riesgo la información almacenada.

Además, es recomendable asegurarse de que el dispositivo que se está utilizando cuente con un sistema operativo actualizado y con un buen antivirus que proteja de posibles amenazas. La clave está en utilizar equipos seguros y mantenerlos actualizados es fundamental para minimizar riesgos de fraude digital.

Dispositivos seguros y actualizaciones tecnológicas
Dispositivos seguros y actualizaciones tecnológicas son esenciales para evitar riesgos. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Crea claves fuertes y usa la autenticación de doble factor

Las contraseñas son el primer nivel de protección para las cuentas bancarias. Para evitar que los ciberdelincuentes puedan adivinarlas, se recomienda crear claves complejas que no estén relacionadas con información personal, como fechas de nacimiento o números de identificación. Las mejores contraseñas incluyen una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales.

Para aumentar la seguridad, muchos bancos ofrecen la opción de activar la autenticación de doble factor (2FA), lo que significa que, además de la contraseña, se debe ingresar un código de verificación enviado al teléfono móvil o correo electrónico del usuario.

  • Evita compartir información personal y bancaria

Un aspecto clave para proteger la información personal es nunca compartir datos sensibles, como claves o números de cuenta, con nadie. Es importante tener en cuenta que los bancos nunca solicitan este tipo de información a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas o mensajes de texto. Si recibes un mensaje que parece proceder de tu banco pidiéndote datos confidenciales, lo mejor es ignorarlo y contactar directamente a la entidad financiera para confirmar si la solicitud es legítima.

  • Utiliza solo páginas web y aplicaciones oficiales

El fraude en línea también puede ocurrir cuando los usuarios acceden a sitios web falsos que imitan la apariencia de las páginas de los bancos. Para evitar caer en este tipo de engaños, siempre es recomendable escribir la dirección web del banco directamente en el navegador, en lugar de hacer clic en enlaces proporcionados por correos electrónicos o redes sociales.

Contraseñas fuertes y autenticación de
Contraseñas fuertes y autenticación de doble factor refuerzan la protección en líneas bancarias. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, las aplicaciones bancarias deben descargarse solo desde tiendas oficiales como Google Play o App Store, para asegurarse de que no contienen malware.

  • Activa las notificaciones en tiempo real

Muchas plataformas de banca digital permiten activar notificaciones automáticas que alertan al usuario sobre cualquier movimiento en su cuenta, ya sea una transferencia, compra o pago. Estas notificaciones son una herramienta clave para detectar de manera temprana cualquier actividad sospechosa y reaccionar rápidamente ante posibles fraudes.

  • Cierra siempre la sesión al terminar

No importa lo confiable que sea el sistema bancario: si no se cierra la sesión al finalizar, existe el riesgo de que alguien más pueda acceder a la cuenta, especialmente si se está utilizando un dispositivo compartido o público. Es una práctica básica, pero eficaz, que se debe implementar siempre.

  • Revisa periódicamente las actividades en las cuentas

La banca digital permite acceder en cualquier momento a las cuentas, lo que significa que es importante realizar revisiones periódicas para detectar movimientos inusuales. Si observas alguna transacción que no reconoces, es crucial informar de inmediato al banco para que se tomen las acciones correspondientes.