Concierto de Shakira: cuáles son los peligros de un concierto bajo la lluvia y cuándo es necesario cancelarlo

Shakira continúa su gira mundial de ‘LMYNL’, que recorrerá nueve países, y se presentará en una variedad de escenarios que podrían traer imprevistos, como la lluvia. Aunque los conciertos suelen convocar a grandes multitudes dispuestas a disfrutar de los artistas sin importar las condiciones climáticas, la realización de estos eventos bajo mal tiempo implica riesgos considerables, si no se toman las medidas adecuadas.

La lluvia es uno de los mayores riesgos en la producción de conciertos al aire libre, aunque sea un fenómeno natural y común, su presencia en un evento puede generar situaciones de alto riesgo, tanto para los artistas como para el público y los trabajadores técnicos, debido a la capacidad que tiene el agua para conducir electricidad.

La electricidad es peligrosa en cualquier circunstancia, pero cuando hay agua involucrada, el riesgo aumenta considerablemente. A pesar de que los voltajes en un evento generalmente no son altos, el peligro radica en el amperaje. “No son los voltios los que matan, sino el amperaje”, asegura Ramón Sendra, quien lleva más de 30 años colaborando con eventos.

Aunque con 0.3 mA de corriente es suficiente para causar un paro cardíaco, situaciones de mayor amperaje pueden resultar fatales. En un evento musical, es posible que los equipos consuman más corriente de la que el cuerpo humano puede soportar.

Por ejemplo, un foco PAR64 de 1.000 W consume 220 V y 4.5 amperios, lo que equivale a más de cien veces el límite de seguridad para una persona. Si el agua entra en contacto con el equipo, la corriente buscará el camino más fácil para disiparse, que en ocasiones puede ser a través del cuerpo de una persona. Esto resulta especialmente peligroso para los músicos, que están conectados a equipos eléctricos y no siempre usan protección adecuada, como botas aislantes.

Aunque el riesgo es latente, estos accidentes suceden con poca frecuencia en espectáculos de gran envergadura, debido a los avances en tecnología y a las medidas que toman los equipos que organizan los conciertos.

El agua, al entrar en contacto con equipos electrónicos, puede causar daños irreparables. “El agua es conductora de electricidad, y si se cuela dentro de una placa electrónica, no solo puede dañar un circuito y hacer inútil un amplificador o un foco, sino que también puede desviar la corriente eléctrica”, explica Sendra, experto en producción de eventos. Este desvío puede generar una descarga eléctrica peligrosa que, en circunstancias extremas, podría incluso ser fatal.

Los diseñadores de equipos para eventos al aire libre toman estas consideraciones muy en serio. Aunque los equipos no son completamente herméticos, los productores intentan hacerlos lo más resistentes posible a la humedad y la lluvia. Sin embargo, aún con estos esfuerzos, el riesgo persiste, especialmente en ambientes donde el rocío o la humedad ambiental pueden afectar los equipos de forma similar a la lluvia.

Existen diversos métodos para mitigar los riesgos asociados con la lluvia en conciertos al aire libre. El más eficaz es evitar que el agua entre en contacto con los equipos. Esto se logra principalmente mediante la instalación de escenarios cubiertos o carpas resistentes a la lluvia, que son esenciales para garantizar la seguridad.

“Una carpa en el control de sonido no es un lujo, es una cuestión de seguridad”, afirma Sendra. Aunque estas carpas pueden comprometer la calidad del sonido, la prioridad debe ser siempre la seguridad de los trabajadores y del público.

El sistema eléctrico de los eventos también debe estar diseñado para minimizar riesgos. Es crucial contar con sistemas de protección que apaguen automáticamente el suministro eléctrico si detectan alguna irregularidad en el flujo de corriente.

Este sistema actúa cuando hay una mínima diferencia de potencial entre las fases eléctricas y la toma de tierra, lo que indica una posible fuga de corriente. “La desconexión automática es un engorro, pero es preferible que se detenga el evento por un momento a que se produzca una tragedia”, concluye el experto en eventos.

Además, todos los elementos conductivos, como el escenario, deben estar correctamente aterrizados. En algunos países, la legislación obliga que el escenario, que a menudo está compuesto por madera y metal, esté conectado a tierra para disipar rápidamente cualquier fuga de corriente hacia la tierra. Este procedimiento reduce significativamente el riesgo de electrocución.

“Muchos músicos insisten en continuar a pesar de la lluvia, pero como técnicos, sabemos que la seguridad debe ser prioritaria”, asegura Sendra, quien lleva la responsabilidad por la seguridad de los músicos y el público en los eventos.

La decisión de suspender un concierto debido a la lluvia no es tomada a la ligera. Lo peor es la ira del público, sin embargo, cuando se detectan signos de peligro, como el agua acumulada en el escenario o el riesgo de electrocución, la suspensión es la opción más segura.

Es probable que las lluvias torrenciales no representen una amenaza para la gira mundial de Shakira ni para sus seguidores, gracias a la calidad de los montajes y las medidas de seguridad implementadas por los organizadores. Sin embargo, lo que está en juego no es una práctica sencilla que pueda realizar cualquier aficionado a la música. La responsabilidad de garantizar la seguridad de los músicos, el público y los equipos debe prevalecer sobre el entusiasmo generado por los conciertos.