Qué es la regla de los 30 centímetros para saber ubicar el router Wifi en casa

Electrodomésticos como microondas o televisores pueden afectar la calidad del WiFi y esta regla es clave para evitar esta situación

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La regla de los 30
La regla de los 30 centímetros mejora la cobertura WiFi sin necesidad de tecnología avanzada. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Saber ubicar el router WiFi en nuestro hogar es importante. No se trata simplemente de ponerlo donde podamos, sino que existen ciertas normas que ayudarán a que el dispositivo funcione mejor y, por ende, tengamos una conexión más estable y de calidad. Una de ellas es la regla de 30 centímetros.

Este es un sencillo principio que promete mejorar significativamente la cobertura WiFi sin necesidad de realizar inversiones adicionales en tecnología avanzada. Un ajuste que cualquiera puede hacer y que tiene ciertas condiciones.

Qué es la regla de los 30 centímetros

La regla de los 30 centímetros establece que el router debe estar situado a una distancia mínima de 30 centímetros de cualquier otro dispositivo electrónico o superficie que pueda interferir con su señal.

Esto incluye no solo otros aparatos como televisores, microondas o altavoces, sino también superficies metálicas o reflectantes como espejos o ventanas. Esta recomendación se basa en el hecho de que la señal WiFi, transmitida por ondas de radio, es susceptible a ser bloqueada o distorsionada por diversos elementos físicos en su camino.

Electrodomésticos como microondas o televisores
Electrodomésticos como microondas o televisores pueden afectar la calidad del WiFi. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este principio tiene como objetivo evitar que la señal de WiFi se vea “acaparada” por los dispositivos cercanos, los cuales, al estar demasiado cerca del router, pueden saturar el espectro de la señal, afectando la calidad de la conexión para otros dispositivos en la misma red. En resumen, al mantener una distancia de al menos 30 centímetros, se busca que la señal se distribuya de manera más equitativa entre todos los dispositivos conectados, optimizando la conectividad en toda la casa.

Por qué funciona la regla de los 30 centímetros

El funcionamiento de la regla de los 30 centímetros radica en cómo se comportan las ondas de radio que emiten los routers. Estas ondas tienen una cobertura limitada y pueden ser fácilmente obstruidas por diversos materiales, como paredes gruesas, muebles metálicos o electrodomésticos que generan interferencias electromagnéticas.

Por ejemplo, dispositivos como microondas, televisores inteligentes o incluso robots aspiradores, pueden emitir señales que interfieren con las ondas WiFi, lo que reduce el alcance y la estabilidad de la conexión. A esto se le suman las superficies reflectantes, como los espejos, que también afectan la propagación de la señal al reflejar las ondas.

A nivel práctico, colocar un dispositivo como un teléfono móvil o una Smart TV demasiado cerca del router puede hacer que ese dispositivo sea el que acapare la mayor parte del ancho de banda. Esto ocurre porque, al estar tan cerca del emisor, la señal llega con mayor intensidad a ese dispositivo, lo que reduce la capacidad del router para distribuir la señal de manera efectiva a otros aparatos en la red.

Colocar el router en el
Colocar el router en el suelo o en una esquina limita su capacidad de distribución. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, la proximidad de otros dispositivos electrónicos también puede crear interferencias que alteren la calidad de la señal, provocando caídas de velocidad, latencia o incluso desconexiones. De ahí la importancia de seguir la recomendación de mantener al menos 30 centímetros de distancia entre el router y los dispositivos electrónicos cercanos.

Cómo implementar la regla de los 30 centímetros

Implementar la regla de los 30 centímetros no requiere grandes cambios ni inversiones costosas, pero sí exige un poco de atención a la distribución de los dispositivos y a la ubicación del router en el hogar. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para aplicar esta regla de manera efectiva:

  • Colocar el router en un punto central del hogar es uno de los primeros pasos para mejorar la cobertura WiFi. Los expertos sugieren situarlo en una estantería o mueble alto para evitar que la señal se pierda debido a obstáculos físicos. Colocarlo en el suelo o en una esquina de la casa limita su alcance y disminuye la eficiencia de la señal. Asegúrate también de que no haya objetos metálicos o superficies reflectantes cerca del router, ya que pueden interferir con la propagación de las ondas.
  • Algunos de los electrodomésticos más comunes en casa, como el microondas, el televisor o incluso las luces inteligentes, pueden interferir con la señal WiFi. La proximidad de estos dispositivos a tu router debe minimizarse para evitar que se saturen las frecuencias de transmisión.
Dividir dispositivos entre las bandas
Dividir dispositivos entre las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz ayuda a gestionar el tráfico de red. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Si, a pesar de seguir la regla de los 30 centímetros, tu señal WiFi sigue siendo débil en algunas partes de la casa, puedes considerar utilizar repetidores WiFi, dispositivos PLC (Power Line Communication) o redes Mesh. Estos dispositivos amplifican la señal en áreas donde el router principal no tiene cobertura.
  • En hogares con varios dispositivos conectados, es recomendable dividir el tráfico WiFi en las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz. La banda de 2.4 GHz tiene mayor alcance, pero puede estar más congestionada, mientras que la de 5 GHz ofrece una mayor velocidad, aunque con un alcance más limitado. Distribuir los dispositivos entre ambas bandas puede ayudar a optimizar el rendimiento de la red.
  • Colocar el router en un mueble cerrado o en una estantería con puertas puede bloquear las ondas de WiFi. Es preferible que el router esté en un lugar abierto y despejado para que la señal se propague de manera eficiente en todas direcciones.
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