En qué momento es clave limpiar el aire acondicionado para evitar que consuma más energía

Mantener el aire acondicionado limpio es una tarea esencial para garantizar su eficiencia energética y preservar la calidad del aire en los espacios interiores. Según los especialistas, un dispositivo limpio reduce el consumo de electricidad y contribuye al bienestar y la salud de quienes lo utilizan.

En cuanto al consumo energético del electrodoméstico, la acumulación de polvo y suciedad en los filtros y las rejillas de ventilación obliga al sistema a trabajar más para enfriar, aumentando el esfuerzo del motor y, en consecuencia, el gasto energético en el hogar.

El momento ideal para limpiar el aire acondicionado depende del uso que se le dé y de las condiciones ambientales. Generalmente, fabricantes como TCL sugieren realizar una limpieza profunda al menos dos veces al año, pero en épocas de mayor uso, como el verano, puede ser necesario hacerlo con mayor frecuencia.

Los filtros de aire son el primer componente que requiere atención durante el mantenimiento. Estos elementos están diseñados para atrapar partículas de polvo, polen y otros contaminantes presentes en el aire.

Sin embargo, si no se limpian periódicamente, pueden obstruirse, lo que dificulta la circulación del aire y obliga al sistema a consumir más energía para enfriar. Según TCL, los filtros deben ser desmontados y limpiados al menos dos veces al año, preferiblemente con un cepillo o aspiradora para eliminar el polvo acumulado.

Luego, se deben lavar con agua fría y jabón suave. Es fundamental asegurarse de que estén completamente secos antes de volver a instalarlos para evitar la formación de moho.

Las aletas de refrigeración, componentes metálicos que facilitan el proceso de enfriamiento, también acumulan suciedad con el tiempo. TCL sugiere usar un soplador de aire o un limpiador específico para retirar el polvo y mejorar la eficiencia del sistema. Es importante dejar que estas piezas se sequen antes de volver a encender el aire acondicionado.

En modelos avanzados, los filtros de bacterias con tecnología de iones de plata o filtros EPA requieren un cuidado similar. Estos deben limpiarse con agua y un jabón suave, y, si es necesario, puede utilizarse un purificador diseñado para eliminar bacterias y malos olores, asegurando un ambiente más saludable.

Las bobinas del aire acondicionado, ubicadas en el núcleo de la unidad, son esenciales para el intercambio de calor. TCL sugiere utilizar un spray sin aclarado específico para evaporadores. Este producto debe aplicarse y dejarse actuar durante unos 20 a 30 minutos para eliminar residuos acumulados.

Para evitar la formación de moho, que puede afectar la calidad del aire y el rendimiento del sistema, los fabricantes aconsejan el uso de sprays antifúngicos en las bobinas, filtros y aletas. Estas medidas no solo desinfectan el aparato, sino que también prolongan su vida útil y garantizan un aire más limpio.

Después de limpiar los filtros y demás componentes, es crucial reinstalarlos correctamente antes de cerrar el panel frontal. Los fabricantes sugieren también limpiar el exterior del dispositivo con un paño y detergente suave para eliminar cualquier suciedad acumulada.

Un paso clave es purgar la línea de drenaje, encargada de evacuar la humedad del sistema. Este proceso puede realizarse con un kit de purga a presión para evitar obstrucciones.

Es importante permitir que el conducto se seque antes de reconectar la tubería. Con estas medidas, el aire acondicionado estará listo para funcionar de manera eficiente, reduciendo el consumo de energía y asegurando un ambiente saludable.

Asimismo, los usuarios deben considerar que un mantenimiento adecuado no solo reduce el consumo energético, sino que también prolonga la vida útil del aire acondicionado. El ahorro energético derivado de un sistema eficiente contribuye al cuidado del medio ambiente y supone un alivio en las facturas de electricidad.