Cómo usar de forma segura la calefacción en el hogar durante una tormenta invernal

Las tormentas invernales son eventos climáticos extremos que traen consigo temperaturas peligrosamente bajas, interrupciones en el suministro eléctrico y problemas de movilidad. En estas condiciones, permanecer en casa es esencial para minimizar los riesgos asociados con la exposición al frío extremo.

Para garantizar la seguridad dentro del hogar se requieren medidas específicas, especialmente en el uso de sistemas de calefacción. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), si no se utilizan correctamente, pueden convertirse en un factor de riesgo.

Incendios, intoxicaciones por monóxido de carbono y accidentes eléctricos son algunos de los peligros que se deben prevenir. Estas son las principales pautas para mantener la seguridad en el uso de sistemas de calefacción durante una tormenta invernal.

El uso de calentadores de ambiente eléctricos con mecanismos de apagado automático es una de las opciones más seguras, según el CDC. Estos dispositivos están diseñados para apagarse si se sobrecalientan o se caen, reduciendo el riesgo de incendios. Además, hay que elegir modelos que no incluyan elementos incandescentes, porque estos tienden a ser más peligrosos.

Para maximizar la seguridad, es fundamental ubicar los calentadores lejos de materiales inflamables como cortinas, muebles o frazadas. El CDC sugiere mantener una distancia mínima de 90 centímetros (3 pies) entre el calentador y cualquier objeto combustible. También es necesario evitar colocarlos en superficies inestables o cerca de fuentes de agua, porque esto podría provocar accidentes graves.

Un mantenimiento regular del sistema de calefacción es crucial para su correcto funcionamiento y seguridad. El CDC sugiere realizar revisiones anuales por parte de un técnico calificado, quien podrá detectar posibles fallas o riesgos en el equipo. Este tipo de inspección incluye la limpieza de filtros, la verificación de conexiones eléctricas y la evaluación de componentes mecánicos.

Durante los meses de invierno, una calefacción en mal estado podría generar problemas de eficiencia energética, y riesgos de incendios o fugas de monóxido de carbono, un gas inodoro y potencialmente letal.

Los expertos enfatizan la importancia de evitar prácticas que podrían poner en peligro a los habitantes del hogar. No se deben colocar calentadores sobre muebles ni cubrirlos con ropa de cama u otros materiales. Estas acciones pueden provocar sobrecalentamiento y aumentar el riesgo de incendio.

Asimismo, no se deben utilizar extensiones o regletas eléctricas para conectar calentadores, porque estas podrían no soportar la carga requerida y generar cortocircuitos. Si un calentador presenta cables dañados o produce chispas, debe descartarse de inmediato para evitar accidentes graves.

Los niños y las mascotas son muy vulnerables a los riesgos asociados con los sistemas de calefacción. Es fundamental supervisar su interacción con los calentadores de ambiente y garantizar que estos dispositivos estén fuera de su alcance.

La autoridad experta sugiere instalar barreras de seguridad alrededor de los calentadores para evitar quemaduras o accidentes. También, sugiere educar a los niños sobre los peligros de acercarse a estos aparatos y crear áreas seguras donde puedan jugar sin riesgos.

El manejo de los cables eléctricos es un aspecto clave para prevenir accidentes en el hogar. No deben colocarse debajo de alfombras o tapetes, porque esto podría generar un sobrecalentamiento y aumentar el riesgo de incendio en el interior del hogar.

Es crucial asegurarse de que los cables no representen un obstáculo que pueda provocar tropiezos. Mantenerlos ordenados y alejados de las áreas de tránsito dentro del hogar es una medida simple pero efectiva. En caso de notar algún daño en los cables o conexiones, es preferible reemplazar el dispositivo de inmediato para evitar riesgos mayores.