Google está dando un paso hacia el futuro de la agricultura mediante el desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial. A través de un proyecto impulsado por su laboratorio de investigación X, The Moonshot Factory, la empresa está enfocada en transformar la manera en que se cultivan los alimentos, con el objetivo de aumentar la eficiencia de los cultivos, reducir el uso de recursos naturales como el agua, y hacer frente a los retos que la agricultura presenta para el medio ambiente.
El proyecto, conocido como Heritable Agriculture, ha sido concebido para hacer de la agricultura una industria más sostenible y eficiente, apoyándose en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Este esfuerzo busca abordar algunos de los problemas más complejos del sector, como la contaminación del agua, la erosión del suelo y la emisión de gases de efecto invernadero, que provienen en gran parte de las prácticas agrícolas tradicionales.
Cómo es el plan de Google con la IA y la agricultura
Heritable Agriculture nació dentro de X, el laboratorio de innovación de Google, que también es responsable de otros proyectos disruptivos como los vehículos autónomos de Waymo. Fundado por un pequeño equipo de científicos, investigadores y tecnólogos, el proyecto comenzó con una premisa simple: aprovechar la biodiversidad natural para mejorar la producción agrícola.
El equipo, liderado por el Dr. Brad Zamft, CEO de Heritable Agriculture, comenzó a explorar cómo la IA podría aplicarse para mejorar la selección y el diseño de cultivos, utilizando datos masivos y avanzadas técnicas biotecnológicas.
Este laboratorio de moonshots tiene la misión de resolver grandes problemas globales mediante tecnologías de última generación. A pesar de que la empresa matriz de Google, Alphabet, financia estos proyectos, Heritable Agriculture ha evolucionado hasta convertirse en una empresa independiente con el apoyo de inversionistas como FTW Ventures, Mythos Ventures y SVG Ventures.
Cuál es el rol de la inteligencia artificial en la revolución agrícola
El aspecto más innovador de este proyecto es su uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático para mejorar el rendimiento de los cultivos. Al analizar datos masivos sobre los genomas de las plantas, el equipo ha sido capaz de identificar las características que podrían aumentar la productividad, mejorar la calidad de los alimentos y reducir el impacto ambiental.
Este enfoque va más allá de los métodos agrícolas tradicionales, empleando IA para predecir el comportamiento de las plantas y adaptar su crecimiento según las condiciones ambientales.
A través del aprendizaje automático, la compañía está desarrollando modelos capaces de identificar genes específicos que pueden hacer que las plantas sean más resistentes al clima, menos dependientes del agua y capaces de almacenar más carbono en sus raíces y suelos. Estos avances permitirán la creación de cultivos que no solo sean más productivos, sino que también sean más sostenibles a largo plazo.
Para validar estos modelos, el equipo ha realizado pruebas en un ambiente controlado dentro de un growth chamber (cámara de crecimiento especializada), en la que se han cultivado miles de plantas bajo condiciones específicas para analizar su desarrollo. Estos experimentos permiten prever con mayor precisión cuándo una planta florecerá, qué condiciones afectan su crecimiento y cómo mejorar sus rendimientos.
Cuáles serán los beneficios de la implementación de esta tecnología
Uno de los objetivos más importantes de este proyecto es reducir el uso de agua en la agricultura, un recurso que está siendo cada vez más escaso en muchas partes del mundo. Según datos de la propia empresa, la agricultura representa el 70% de las extracciones de aguas subterráneas a nivel global, y un cambio hacia cultivos más eficientes en cuanto al consumo de agua podría tener un impacto significativo en la sostenibilidad de la industria.
Los avances de Heritable Agriculture en la mejora de los cultivos mediante la selección genética y el uso de la IA apuntan a reducir estas necesidades, lo que no solo beneficiaría a los agricultores, sino que también contribuiría a la preservación de los recursos hídricos.
Además de la optimización del uso del agua, el proyecto tiene un impacto directo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que la agricultura es responsable de una cuarta parte de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero. La mejora de la eficiencia de los cultivos y la implementación de técnicas agrícolas más sostenibles permitirían una reducción en la huella de carbono de la industria.