Si en tu casa en internet lento, existe una probabilidad del router del WiFi se encuentre ubicado cerca a cuatro objetos que interfieren con su velocidad: microondas, espejos, teléfonos inalámbricos y altavoces Bluetooth.
En el caso de los microondas, la interferencia ocurre porque estos dispositivos operan en la frecuencia de 2.4 GHz, la misma que muchas redes WiFi, lo que puede generar interrupciones en la conexión cuando están en funcionamiento.
Los espejos también afectan la señal, ya que contienen una capa metálica en su composición, lo que provoca que las ondas reboten y no lleguen de manera óptima a su destino. Según la empresa peruana de internet Win, el metal actúa como una barrera que genera un alto nivel de interferencia.
Por su parte, los teléfonos inalámbricos pueden disminuir la velocidad del internet porque muchos modelos también operan en la frecuencia de 2.4 GHz, causando conflictos con la señal del WiFi y provocando pérdida de estabilidad en la conexión.
Los altavoces Bluetooth interfieren de manera similar, ya que utilizan la misma banda de frecuencia para transmitir datos, lo que puede generar interferencias y afectar el rendimiento de la red inalámbrica.
Cuál es el mejor lugar de la casa para ubicar el router del WiFi
El mejor lugar para ubicar el router WiFi en casa es en una zona central y elevada, lejos de objetos que puedan interferir con la señal.
Colocarlo en el centro de la vivienda permite que la conexión se distribuya de manera uniforme en todas las habitaciones, evitando que parte de la señal se desperdicie si se encuentra en una esquina o cerca de una pared exterior.
Además, la posición en altura mejora la propagación de la señal, por lo que se recomienda situarlo sobre una mesa, estantería o incluso fijarlo a la pared, en lugar de colocarlo en el suelo o dentro de muebles que puedan bloquear su alcance.
Para evitar interferencias, es importante mantener el router alejado de dispositivos que operan en la misma frecuencia, como microondas, teléfonos inalámbricos, televisores, altavoces Bluetooth y espejos, ya que estos pueden reducir la calidad de la conexión. También se debe evitar la presencia de obstáculos como paredes gruesas, muebles grandes o estructuras metálicas que bloqueen la señal.
Si el router tiene antenas externas, es recomendable orientarlas en diferentes direcciones, combinando posiciones verticales y horizontales, para optimizar la cobertura en distintos espacios del hogar.
Qué hacer si mi WiFi sigue lento
Si el WiFi sigue lento a pesar de haber ubicado el router en una zona adecuada, hay varias acciones que pueden mejorar la velocidad y estabilidad de la conexión.
Primero, es recomendable reiniciar el router apagándolo y encendiéndolo después de unos segundos, ya que esto puede solucionar problemas temporales en la red. También es útil verificar si el firmware del router está actualizado, ya que las actualizaciones del fabricante pueden mejorar el rendimiento y la seguridad del dispositivo.
Otra opción es cambiar la banda de frecuencia en la que opera el WiFi. La mayoría de los routers modernos ofrecen dos opciones: 2.4 GHz y 5 GHz. La banda de 2.4 GHz tiene mayor alcance, pero es más propensa a interferencias, mientras que la de 5 GHz ofrece mayor velocidad en distancias cortas.
Si hay muchos dispositivos conectados a la misma red, se recomienda limitar el uso de dispositivos innecesarios o distribuir la carga conectando algunos a la red por cable Ethernet en lugar de usar WiFi.
También se puede probar cambiar el canal del WiFi en la configuración del router, especialmente si hay muchas redes cercanas que puedan estar saturando la misma frecuencia.
Si el problema persiste, el uso de un repetidor WiFi, adaptador PLC o sistema de malla (mesh) puede ser una solución para ampliar la cobertura en áreas donde la señal es débil. En casos donde la velocidad sigue siendo baja, es recomendable contactar al proveedor de internet para verificar si hay problemas en el servicio o si es necesario actualizar el plan contratado.