La calidad de la conexión WiFi en el hogar puede verse afectada por diversos factores, especialmente si hay un objeto cerca del router: los espejos. El metal es una barrera potente para las señales inalámbricas, generando un alto nivel de interferencia.
Los espejos, al contener una capa metálica en su composición, pueden hacer que la señal rebote en su superficie y no llegue de manera óptima a su destino, según explica la empresa peruana de internet Win.
Esto puede traducirse en una menor intensidad de la señal y una reducción en la velocidad de navegación. Por esta razón, además de colocar el router en una ubicación central dentro del hogar, se recomienda asegurarse de que no haya espejos cerca del dispositivo para evitar posibles interferencias en la conectividad.
Asimismo, es clave mencionar que no se debe ubicar un microondas cerca del router, ya que este electrodoméstico emite ondas en la frecuencia de 2.4 GHz, la misma banda en la que operan muchos routers.
Dónde es mejor ubicar el router
Para garantizar una mejor cobertura y estabilidad de la señal WiFi en el hogar, se recomienda ubicar el router en un lugar estratégico siguiendo estos principios:
- Ubicación central: Colocar el router en el centro de la vivienda permite que la señal se distribuya de manera más uniforme en todas las habitaciones. Si se encuentra en un extremo de la casa, las zonas más alejadas podrían recibir una señal más débil.
- Altura elevada: La señal WiFi se propaga mejor cuando el router está ubicado a una altura considerable, como en una repisa o montado en una pared. Colocarlo en el suelo puede reducir su alcance debido a obstáculos como muebles o paredes.
- Alejado de interferencias: Se debe evitar colocar el router cerca de dispositivos que emitan señales electromagnéticas, como microondas, teléfonos inalámbricos, monitores para bebés y televisores, ya que pueden generar interferencias que afecten la conexión.
- Sin obstáculos físicos: Es recomendable que el router no esté detrás de muebles grandes, dentro de armarios o cerca de paredes gruesas, ya que estos elementos pueden bloquear o debilitar la señal.
- Lejos de espejos y superficies metálicas: Los espejos y objetos metálicos pueden reflejar la señal WiFi, provocando que rebote en diferentes direcciones y afecte su intensidad.
- Dirección de las antenas: Si el router tiene antenas externas, es recomendable colocarlas en posiciones perpendiculares (una en posición vertical y otra horizontal) para mejorar la cobertura en distintas direcciones.
Qué hacer si la señal del WiFi es débil
Si la señal WiFi sigue siendo débil a pesar de ubicar el router en un lugar adecuado, existen varias soluciones para mejorar la conexión.
Primero, actualizar el firmware del router puede optimizar su rendimiento y seguridad. También es recomendable cambiar el canal de la red WiFi, especialmente en zonas con muchas conexiones cercanas, para evitar interferencias. Si el router es de doble banda, utilizar la frecuencia de 5 GHz puede mejorar la velocidad y estabilidad de la señal.
Otra opción es instalar repetidores WiFi o sistemas de malla (mesh), que amplían la cobertura en áreas con señal débil. Los adaptadores PLC, que transmiten la conexión a través del cableado eléctrico, también pueden ser útiles en viviendas grandes. Reducir el número de dispositivos conectados simultáneamente o priorizar el ancho de banda en la configuración del router puede ayudar a optimizar la conexión.
Si el router es antiguo, reemplazarlo por un modelo más moderno con mejor alcance y capacidad puede ser una solución efectiva. En caso de persistir los problemas, contactar al proveedor de internet permitirá verificar la velocidad contratada y detectar posibles fallas técnicas en la red. Con estas medidas, es posible mejorar la calidad de la señal y evitar interrupciones en la conectividad.