Los derechos de transmisiones deportivas han llevado a los usuarios a consumir estos contenidos en plataformas digitales y en YouTube los interesados buscan alternativas para acceder a los encuentros sin tener que pagar una suscripción en alguna plataforma. En medio de esa búsqueda se encuentran con transmisiones falsas, que realmente son un videojuego.
Un caso reciente sucedió en la Champions League. La plataforma de Google no cuenta con los derechos de transmisión de este torneo de fútbol, que los distribuyen otras aplicaciones al rededor del mundo.
Sin embargo, algunos canales se aprovechan del desconocimiento de algunas personas para crear transmisiones que recrean esos partidos, pero en realidad se trata de una simulación en Pro Evolution Soocer, un videojuego.
Cómo es la trampa de los partidos de Champions League en YouTube
Durante la reciente jornada de la Champions League, un periodista de 3Djuegos se encontró con una transmisión en YouTube que parecía ser un partido en vivo entre el Real Madrid y el Salzburgo. Pero estaba viendo una recreación realizada con el videojuego Pro Evolution Soccer (PES), ahora conocido como eFootball.
A primera vista, la “emisión” parecía legítima: el marcador inicial coincidía con el resultado real del partido, y el canal mostraba a una persona sosteniendo un mando de consola, simulando estar jugando. Sin embargo, a medida que avanzaba la transmisión, las inconsistencias comenzaron a ser evidentes.
Por ejemplo, el primer gol en el partido real fue una asistencia de Jude Bellingham a Rodrygo, mientras que en la recreación fue anotado por Kylian Mbappé
Al final, la simulación se salió de control, mostrando un marcador final de 5-2 cuando el resultado real fue 5-1. Incluso el marcador sobreimpresionado fue alterado durante la transmisión para ajustarse parcialmente a la realidad, un detalle que evidenció la intención de engañar a los espectadores desprevenidos.
Estas transmisiones atraen a miles de personas. En este caso en concreto, un resumen del partido falso acumuló más de 240.000 visualizaciones, mientras que casi 4.000 personas seguían la emisión en directo y muchas de ellas comentaban entusiasmadas sobre las jugadas, creyendo que estaban viendo el partido real.
Si bien este tipo de contenidos no son un riesgo en sí para los usuarios y su seguridad, son una muestra de cómo algunas personas se aprovechan de los algoritmos de las personas para crear contenidos falsos, que parecen reales, y engañar a los interesados, quienes dejan pasar ciertos detalles cayendo en la trampa, incluso cuando algunas transmisiones aclaran que son una simulación.
La IA también se hizo presente en una transmisión de tenis
En otro caso similar, durante el Australian Open 2025 se implementó una estrategia para sortear las barreras de los derechos de transmisión. Mientras que en algunos países este torneo de tenis es accesible solo a través de plataformas de pago como Eurosport, la organización decidió transmitir los partidos en vivo en su canal de YouTube utilizando avatares digitales.
Estas recreaciones, que recuerdan a los gráficos de videojuegos como Wii Sports, representan a los tenistas en tiempo real, pero de forma estilizada y caricaturesca.
La tecnología utilizada combinaba captura de movimiento e inteligencia artificial para recrear cada movimiento y jugada en tiempo real. Aunque estas animaciones no son perfectas, ya que a veces el audio real del partido no se sincronizaba con las acciones de los avatares y había fallos técnicos evidentes, son una alternativa seguir los partidos sin infringir los derechos vendidos a terceros.
Además, a diferencia de lo sucedido con los partidos de Champions League, lo hecho en el torneo de tenis contaba con el aval de la organización, por lo que era una transmisión oficial que no buscaba engañar.
Un ejemplo que lo pone en evidencia es el diseño de los avatares, que contaban con cabezas desproporcionadamente grandes y pelotas de tamaño exagerado. Esto podría ser un intento deliberado de hacer que las animaciones se asemejen más a un videojuego y menos a una representación fidedigna, evitando así malentendidos con los derechos de transmisión.