Las freidoras de aire, dependiendo del modelo y tamaño, consumen entre 1.200 y 2.000 watts por hora en promedio. Este nivel de consumo puede ser significativo si se utilizan con frecuencia, especialmente en horarios de alta demanda energética.
Para reducir este impacto, se recomienda evitar su uso durante los horarios entre las 6:00 p.m. y las 8:00 p.m., cuando el costo y el consumo de energía son más altos, según la empresa de energía Enel. En su lugar, es aconsejable aprovechar los horarios valle, que suelen ubicarse entre las 10:00 p.m. y las 6:00 a.m., cuando la demanda energética disminuye y las tarifas son más bajas.
Utilizar las freidoras de aire y otros electrodomésticos en estos periodos puede ayudar a optimizar el consumo y reducir el gasto energético en el hogar.
Otras formas de ahorrar energía con la freidora de aire
Además de utilizar la freidora de aire en horarios valle, entre las 10:00 p.m. y las 6:00 a.m., existen diversas estrategias para optimizar su consumo de energía:
- Cocinar porciones adecuadas: Preparar cantidades que se ajusten a la capacidad del electrodoméstico evita repetir ciclos de cocción innecesarios, reduciendo el tiempo de uso y el gasto energético.
- Reducir o evitar el precalentamiento: Muchos modelos no requieren precalentamiento, por lo que este paso puede omitirse si las instrucciones lo permiten. En caso de ser necesario, debe realizarse solo por el tiempo indicado.
- Mantener el aparato limpio: Limpiar la freidora de aire con regularidad mejora su eficiencia, ya que los residuos de alimentos pueden bloquear la circulación del aire caliente y alargar los tiempos de cocción.
- Minimizar la apertura de la canasta: Abrir la canasta constantemente provoca la pérdida de calor, lo que obliga al aparato a consumir más energía para recuperar la temperatura óptima.
- Aprovechar funciones múltiples: Los modelos multifuncionales pueden reemplazar el uso de otros electrodomésticos de mayor consumo, como los hornos convencionales, al permitir tareas como hornear, tostar o asar.
- Desconectar después de usar: Desenchufar la freidora una vez terminada la cocción evita el consumo de energía en modo de espera.
Qué alimentos no cocinar en la freidora de aire
La freidora de aire es un electrodoméstico versátil, pero no todos los alimentos son adecuados para su cocción. Por ejemplo, los alimentos con rebozados líquidos, como tempuras o empanados frescos, tienden a escurrirse antes de cocinarse, lo que resulta en una textura irregular y poco crujiente.
Tampoco se recomienda cocinar alimentos con alto contenido de agua, como verduras de hoja verde (espinacas o acelgas), ya que el aire caliente puede deshidratarlas rápidamente y hacer que pierdan su textura.
Los quesos solos o alimentos muy grasos, como el tocino, pueden generar excesivo humo debido a la grasa derretida. Asimismo, los granos crudos, como arroz o pasta, no se cocinan adecuadamente en una freidora, ya que requieren agua para hidratarse.
Alimentos demasiado pequeños, como especias o semillas sueltas, pueden ser arrastrados por el flujo de aire y no cocinarse uniformemente. En general, es importante seguir las recomendaciones del fabricante para optimizar resultados y evitar daños en el aparato.
Qué recipientes no se pueden poner en la freidora de aire
No todos los recipientes son aptos para usarse en una freidora de aire, ya que el calor intenso y el flujo de aire pueden dañarlos o generar riesgos. Los recipientes de plástico, aunque sean resistentes, no deben colocarse en la freidora, ya que pueden derretirse y liberar sustancias tóxicas debido a las altas temperaturas.
Tampoco se recomienda usar utensilios de vidrio que no sean aptos para horno, ya que podrían romperse por el cambio brusco de temperatura. De manera similar, los recipientes de cerámica o porcelana deben estar etiquetados como resistentes al calor para evitar grietas o fracturas.
Los utensilios de papel o cartón, como moldes desechables, también deben evitarse, ya que el flujo de aire podría desplazarlos y causar incendios. Por último, los recipientes de metal no aptos para horno pueden calentarse en exceso o dañar el recubrimiento de la freidora. Es fundamental utilizar recipientes seguros y adecuados para temperaturas superiores a 200 °C.