En Colombia, el acceso al crédito formal sigue siendo un desafío, especialmente para los sectores más vulnerables de la población. Según un estudio de Colombia Fintech en colaboración con ANIF (Asociación Nacional de Instituciones Financiera), casi el 65% de los colombianos no tienen acceso a financiamiento formal, lo que los obliga a recurrir a mecanismos informales como el “gota a gota”, donde las tasas de interés pueden alcanzar niveles exorbitantes de hasta el 380% para personas y 666,5% para empresas.
Este panorama refleja una crisis de inclusión financiera que afecta tanto a los hogares como a las pequeñas y medianas empresas (MiPymes), limitando su capacidad de crecimiento y estabilidad económica.
De acuerdo con el informe, la regulación actual de la tasa de usura, diseñada para proteger a los consumidores, ha tenido efectos contraproducentes.
Gabriel Santos, presidente ejecutivo de Colombia Fintech, afirmó a Infobae que esta política “está limitando la oferta de crédito, particularmente para los segmentos más vulnerables de la población”.
En este contexto, el estudio propone una revisión urgente de la metodología de cálculo de la tasa de usura, con el objetivo de ampliar el acceso al crédito formal y reducir la dependencia de esquemas informales.
El impacto de la exclusión financiera en los hogares y empresas
El informe, basado en una encuesta a 1.221 hogares y 1.009 MiPymes en Colombia, revela que el endeudamiento promedio de los hogares colombianos asciende a $10.300.000 (aproximadamente 2.500 USD), de los cuales solo el 34% proviene de bancos. El resto se financia a través de familiares y amigos (15,4%) y prestamistas informales como el “gota a gota” (12%). Este último mecanismo, caracterizado por tasas de interés extremadamente altas, representa una carga financiera insostenible para muchas familias.
En el caso de las empresas, la situación no es menos preocupante. A medida que disminuye el tamaño de la misma, aumenta su dependencia de fuentes de financiamiento informales. Esto no solo afecta su capacidad de crecimiento, sino que también, pone en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.
Según el estudio, la mayoría de las empresas destinan más del 30% de sus ingresos mensuales al pago de deudas, lo que limita su margen de maniobra para invertir en innovación o expansión.
Educación financiera: un factor clave en las decisiones de endeudamiento
El nivel educativo también juega un papel crucial en las decisiones de financiamiento. Según el informe, aproximadamente el 50% de las personas con educación primaria recurren a mecanismos informales, mientras que esta cifra se reduce al 30% entre quienes tienen educación superior. Esto pone de manifiesto la necesidad de promover la educación financiera como una herramienta para mejorar la toma de decisiones económicas y reducir la dependencia de esquemas informales.
David Vélez, fundador y CEO de Nubank, destacó la gravedad de esta situación al señalar que “casi 4 de cada 10 colombianos de bajos ingresos recurren a prestamistas informales pagando tasas hasta del 360%”. Vélez subrayó que la regulación actual de la tasa de usura, aunque bien intencionada, ha terminado perjudicando a quienes busca proteger, al limitar su acceso al crédito formal.
Propuestas para dinamizar el mercado de crédito en Colombia
El estudio de Colombia Fintech presenta una serie de recomendaciones de política pública para abordar la crisis de inclusión financiera. Entre las propuestas más destacadas se encuentra la necesidad de establecer una metodología clara para el cálculo del Indicador Bancario de Consumo (IBC), que permita separar los créditos de consumo de los ordinarios.
Según las estimaciones, este cambio podría generar una expansión de hasta $10 billones (aproximadamente 2.400 millones USD) en la cartera de crédito de consumo, lo que equivaldría a 8,9 millones de nuevos desembolsos de bajo monto.
Otra recomendación clave es permitir que todas las modalidades de crédito puedan ser otorgadas a través de tarjetas de crédito y otros sistemas tecnológicos. Actualmente, la regulación limita esta posibilidad al crédito de consumo, lo que restringe la inclusión financiera y dificulta el acceso a financiamiento para muchos colombianos.
Además, Marcela Torres, gerente general de Nu Bank en Colombia, afirmó a Infobae: “ojalá se pudiera eliminar esto, tocaría hacerlo por vía de ley. Sin embargo, hay otros mecanismos intermedios que podríamos explorar, como por ejemplo, revisar la metodología como se está calculando la tasa de la tasa de referencia, el interés bancario corriente o separar en diferentes bolsas los diferentes riesgos. En este momento estamos metiendo en una sola bolsa riesgos completamente diferentes. Esas son cosas que podemos hacer bajo la supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia y que no necesitarían pasar por el Congreso”.
El papel de las Fintech en la inclusión financiera
Las empresas fintech han emergido como actores clave en la transformación del mercado de crédito en Colombia. Organizaciones como Nu han adoptado un enfoque centrado en el usuario, ofreciendo servicios accesibles y transparentes que buscan democratizar el acceso al crédito. Estas iniciativas son fundamentales para reducir la brecha de inclusión financiera y ofrecer alternativas viables a los esquemas informales.
Durante el Latam Fintech Market 2024, Colombia Fintech presentó una estrategia basada en tres pilares: la liberalización de tasas de interés, la democratización del acceso a datos financieros y la implementación de pagos en tiempo real. Estos elementos son esenciales para dinamizar el crédito formal y reducir la dependencia de mecanismos informales, que actualmente representan una carga económica significativa para millones de colombianos.