El consejo clave es mantener la plancha siempre limpia, ya que una plancha sucia requiere más energía para calentarse y funcionar correctamente, según señala la empresa de energía Enel.
Por ejemplo, si la base de este electrodoméstico acumula residuos de tela quemada o restos de almidón, el calor no se distribuye de manera uniforme, lo que aumenta el tiempo necesario para planchar y, por ende, el consumo energético.
Cómo limpiar una plancha de ropa
El proceso para limpiar correctamente una plancha de ropa luego de usarla es el siguiente:
Apagar y desconectar la plancha
- Es necesario asegurarse de que el dispositivo esté completamente frío antes de comenzar con la limpieza, con el fin de evitar accidentes.
Limpieza de la base:
- En caso de residuos ligeros, se recomienda pasar un paño húmedo con unas gotas de detergente suave sobre la superficie.
- Si existen restos más persistentes, se puede aplicar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua sobre la base, frotando con cuidado con un paño o esponja. Finalmente, los residuos deben retirarse con un paño limpio.
Limpieza de los orificios de vapor:
- Para desbloquear los orificios, es posible utilizar un hisopo de algodón o un cepillo de dientes suave humedecido en vinagre blanco.
- Si hay acumulación de cal, se puede llenar el depósito con una mezcla de vinagre blanco y agua destilada (en proporción 50/50). Luego, se debe activar la función de vapor durante unos minutos y vaciar el depósito al finalizar.
Vaciar el depósito de agua
- Una vez que se ha terminado de utilizar la plancha, es importante vaciar el depósito para prevenir acumulaciones de cal o malos olores.
Secado y almacenamiento
- Se debe limpiar la plancha con un paño seco para eliminar cualquier rastro de humedad antes de guardarla en un lugar seco y seguro.
Otras formas de ahorrar energía con la plancha de la ropa
Además de mantener la plancha limpia, existen otras estrategias simples y efectivas para reducir el consumo energético al utilizarla:
- Planchar grandes cantidades de ropa en una sola sesión: Calentar la plancha repetidamente para sesiones cortas aumenta el consumo de energía. Es más eficiente planchar varias prendas de una vez, ya que el dispositivo mantiene su temperatura constante durante más tiempo.
- Ordenar la ropa según el tipo de tela: Comenzar con prendas que requieran temperaturas bajas (como seda o poliéster) y finalizar con las que necesitan más calor (como algodón o lino) permite aprovechar el aumento progresivo de la temperatura sin tener que ajustarla continuamente.
- Usar la plancha cuando haya suficiente humedad en las prendas: Planchar ropa ligeramente húmeda facilita el proceso, ya que las arrugas desaparecen más rápido, reduciendo el tiempo de uso del aparato.
- Evitar planchar ropa innecesariamente: Algunas prendas pueden quedar libres de arrugas si se sacuden y se tienden correctamente después de lavarlas. También se puede recurrir a métodos alternativos, como el uso de vaporizadores.
- Desconectar la plancha unos minutos antes de terminar: Aprovechar el calor residual de la plancha es una manera efectiva de planchar las últimas prendas sin consumir más energía.
- Utilizar modelos con tecnología eficiente: Algunas planchas modernas cuentan con funciones de apagado automático o reguladores de calor inteligentes que optimizan el consumo energético.
Implementar estas prácticas no solo ayuda a ahorrar energía, sino que también contribuye a prolongar la vida útil del aparato y a reducir los costos en el consumo eléctrico.