Guía práctica para conducir por primera vez un vehículo automático y qué errores no cometer

Conducir un vehículo automático por primera vez puede ser una experiencia más sencilla en comparación con uno de transmisión manual, pero hay que ser conscientes que requiere un conocimiento adecuado para evitar errores que afecten el funcionamiento del vehículo y garantizar la seguridad del conductor y de quienes comparten la vía.

El manejo responsable de un auto incluye la comprensión de cómo interactuar con los diferentes elementos del vehículo y la observancia de buenas prácticas al volante.

El manejo de un vehículo automático requiere que el conductor conozca los pasos iniciales para arrancar y las situaciones específicas para cambiar de marcha, para así evitar daños en componentes claves como la caja de cambios.

El proceso para encender un automático varía al de uno manual, y seguir los pasos correctos es crucial para evitar daños al sistema de transmisión.

De acuerdo con guías de conducción, antes de girar la llave o presionar el botón de encendido, es necesario asegurarse de que la palanca de cambios esté en la posición “P” (estacionamiento). Además, el conductor debe presionar el pedal del freno para habilitar el sistema de encendido.

Una vez encendido el motor, es clave permitir que este se caliente mientras el vehículo permanece en “P”. Durante este tiempo, el conductor puede soltar el freno, porque el auto no se moverá hasta que se seleccione una marcha diferente. Este paso, aunque simple, es esencial para proteger los componentes internos del vehículo.

Para comenzar a conducir, el conductor debe mantener el pedal del freno presionado y seleccionar la marcha adecuada: “D” para avanzar o “R” para retroceder.

Asimismo, es fundamental estar atento desde el primer momento en que el vehículo comienza a desplazarse. En el caso de avanzar, el conductor debe presionar suavemente el acelerador para evitar movimientos bruscos.

Por otro lado, si se retrocede, la precaución debe ser mayor por la limitada visibilidad trasera, haciendo indispensable el uso de espejos y cámaras, si el vehículo las incorpora.

Uno de los errores más comunes al manejar un automático es retirar el pie del freno de forma repentina. La frenada debe realizarse suavemente, retirando el pie del acelerador y presionando el pedal del freno con firmeza pero sin brusquedad.

Al realizar esta acción, el conductor tendrá un control más preciso y evitará que los ocupantes del vehículo sientan incomodidad en el trayecto.

Otro error común es no considerar que, en algunas situaciones, el vehículo puede seguir moviéndose ligeramente incluso después de presionar el freno. Por ello, es crucial observar la distancia con los autos cercanos y anticiparse a cualquier posible movimiento del tráfico.

Cambiar la palanca de cambios a la posición “N” (neutral) mientras el vehículo está en movimiento es un error que puede poner en peligro tanto al conductor como a los demás en la vía.

Esta práctica desactiva el control directo del motor sobre las ruedas, lo que puede comprometer la estabilidad del auto, especialmente en curvas o en situaciones de frenado de emergencia.

Además, el uso de “N” mientras se conduce puede aumentar el desgaste del sistema de transmisión. Es preferible mantener el vehículo en “D” y utilizar el freno para reducir la velocidad cuando sea indicado, garantizando así un manejo más seguro.

La posición “P” (estacionamiento) debe emplearse exclusivamente cuando el automóvil está completamente detenido. Esta posición bloquea las ruedas y asegura que el vehículo no se desplace. Sin embargo, no debe ser usada como sustituto del freno de mano, porque ambos sistemas tienen funciones complementarias.