Estos son los cinco errores más comunes que cometen todos al crear una contraseña

Los ciberdelincuentes buscan robar cuentas de correo electrónico y bancarias sin que sus víctimas los detecten

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Varios usuarios no se toman
Varios usuarios no se toman el tiempo de encontrar una palabra que combine varios caracteres. (Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de las campañas que alertan robos de datos y grandes sumas de dinero de cuentas personales y bancarias de varios usuarios, muchos continúan utilizando combinaciones que son fáciles de adivinar, lo que deja sus cuentas vulnerables a los ciberdelincuentes.

Mediante herramientas como ataques de fuerza bruta y programas de diccionario, los atacantes pueden descifrar contraseñas inseguras en cuestión de segundos. El primero consiste en que el criminal utiliza algoritmos que prueban todas las combinaciones posibles hasta encontrar la correcta.

Del mismo modo, las herramientas de diccionario intentan con palabras comunes y sus variantes, como “perro”, “perros” o “perritos”. Estas técnicas se vuelven aún más eficaces cuando los usuarios cometen errores al crear sus contraseñas.

Cuál es el error más común al crear una contraseña

Nunca hay que usar contraseña
Nunca hay que usar contraseña como clave de acceso. (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con portales especializados como Lifewire, uno de los errores más graves al crear una contraseña es utilizar palabras obvias como “contraseña”, “123456″ o “admin”.

Estas combinaciones suelen estar entre las primeras que prueban los programas de piratería. Aunque son fáciles de recordar, también son extremadamente predecibles.

Para evitar este error, es esencial evitar cualquier palabra o secuencia que figure en listas de las contraseñas más utilizadas. En su lugar, hay que optar por frases o combinaciones de palabras que no tengan un significado evidente, junto con acompañarlas con números y símbolos.

Por qué no se debe repetir la misma contraseña en varios sitios web

Cada cuenta guardada en el
Cada cuenta guardada en el teléfono debe tener su propia clave diferente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Reutilizar la misma contraseña en múltiples plataformas es otro error común. Si una cuenta es comprometida, los atacantes podrían utilizar esa contraseña para acceder a otras cuentas mediante un ataque conocido como “relleno de credenciales”.

Para protegerse, hay que usar una contraseña única para cada sitio web. Una manera práctica de gestionar varias contraseñas es utilizar un administrador de contraseñas, que no solo las almacena de manera segura, sino que también puede generar combinaciones fuertes y únicas.

Cómo ciertos programas pueden adivinar las claves más fáciles

Las herramientas de hackeo basadas en diccionarios intentan adivinar contraseñas utilizando palabras comunes y sus variantes. Una palabra como “amigos” podría probarse en formas como “amistad”, “amigas”, “amable”. Este tipo de ataques pueden ser extremadamente rápidos si se utilizan palabras comunes.

Los hackers usan técnicas sofisticadas
Los hackers usan técnicas sofisticadas para acceder a cuentas desprotegidas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una forma de evitar ser víctima de estas técnicas es no usar palabras que puedan encontrarse en un diccionario, incluso en otros idiomas. Una opción segura es comenzar con una palabra sencilla y transformarla, incorporando números, mayúsculas, entre otros caracteres especiales.

Qué distingue a una contraseña fácil de adivinar de una más compleja

Las contraseñas simples, formadas solo por letras o números, son más vulnerables a diversos ciberataques. Un programa de fuerza bruta puede descifrarlas en segundos, especialmente si son cortas.

La mejor práctica para fortalecer una contraseña es inyectar complejidad. Los usuarios deben sustituir letras por números o símbolos (“a” por “@”, “e” por “3″) y utilizar una combinación de mayúsculas, minúsculas y caracteres especiales. Esto incrementa exponencialmente el tiempo que un programa necesita para descifrarla.

Cada cuánto tiempo se debería cambiar las contraseñas

En momentos de un intento
En momentos de un intento de ataque se debe actualizar. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Otra práctica clave es cambiar las contraseñas regularmente. Muchas personas utilizan la misma contraseña durante años, lo que aumenta las probabilidades de que sea comprometida. Además, no actualizar las contraseñas puede facilitar ataques prolongados sin que el usuario se percate.

Para mantener todas las cuentas seguras, hay que cambiar las contraseñas al menos cada 90 días. Si se utiliza un administrador de contraseñas, este proceso puede ser más sencillo y menos tedioso.

Varias autoridades y organizaciones expertas siguen informando a la comunidad que, adoptar estas medidas no solo protege su información personal, sino que dificulta el trabajo de los atacantes, reduciendo las probabilidades de que más usuarios estén en peligro de robo y otros riesgos.

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