Viaja seguro: qué partes del vehículo hay que revisar antes de conducir bajo la lluvia

En varios países de América Latina como México y Colombia se han presentado lluvias intensas en diferentes partes de su territorio, siendo un desafío para los conductores en sus trayectos diarios, porque estas condiciones climáticas adversas complican la visibilidad de la carretera y aumentan el riesgo de accidentes en las carreteras.

Ante esta situación, autoridades y expertos en seguridad vial recalcan la importancia de realizar una revisión detallada de ciertos elementos del vehículo antes de enfrentarse a estas condiciones climáticas.

Organismos como el Club Europeo de Automóviles han emitido claves para garantizar una conducción segura durante lluvias intensas. Desde el estado de los neumáticos hasta la eficacia de los frenos, la visibilidad y el sistema de alumbrado, estas medidas preventivas pueden marcar la diferencia en un viaje sin accidentes y libres de multas.

El estado de los neumáticos es uno de los factores más críticos al conducir bajo la lluvia. Según la organización experta, es fundamental que la profundidad del dibujo sea de al menos 1,6 milímetros y que la presión de la llanta sea la sugerida por el fabricante.

Además, los neumáticos no deben mostrar signos de desgaste excesivo ni daños visibles. Estas condiciones son esenciales para evitar el aquaplaning, un fenómeno peligroso que ocurre cuando una capa de agua interfiere con el contacto entre los neumáticos y el asfalto, reduciendo drásticamente el control del vehículo.

Por esta razón, los expertos sugieren inspeccionar regularmente los neumáticos y reemplazarlos si no cumplen con los estándares necesarios.

Los frenos son otro elemento crucial en condiciones de lluvia, porque el tiempo y la distancia necesarios para detener el vehículo aumentan considerablemente. Hay que verificar que tanto los discos como las pastillas de freno estén en óptimas condiciones y libres de desgaste excesivo.

También se sugiere mantener una mayor distancia de seguridad respecto a otros vehículos, lo que permite reaccionar con más tiempo ante cualquier eventualidad. Este sencillo ajuste puede reducir significativamente el riesgo de colisiones durante lluvias intensas.

La visibilidad es un factor determinante para la seguridad al volante, especialmente bajo la lluvia. Los limpiaparabrisas deben funcionar correctamente, y sus escobillas deben ser revisadas para asegurarse de que no estén deterioradas.

Según los expertos, es común que las gomas de las escobillas se desgasten o acumulen residuos, como arena o polvo, afectando su desempeño.

Si no es posible reemplazarlas, hay que al menos limpiarlas para garantizar que no dejen rayas o zonas sin cubrir en el parabrisas. Una buena visibilidad es esencial para reaccionar a tiempo ante obstáculos y minimizar el estrés al conducir en condiciones adversas.

El sistema de alumbrado del vehículo juega un papel clave al conducir bajo la lluvia. Las luces no solo permiten al conductor ver el camino, sino que además, garantizan que otros vehículos puedan detectar su presencia, especialmente en momentos de baja visibilidad.

Es crucial comprobar que todas las luces funcionen bien y que los faros estén limpios. Un sistema de iluminación defectuoso representa un riesgo para la seguridad vial y puede acarrear multas por parte de las autoridades viales.

De esta forma, mantener este componente en condiciones óptimas es una medida básica pero indispensable para prevenir contratiempos viales, como deslizamientos, colisiones, entre otros más.

Asimismo, otro punto esencial es que el mantenimiento de todo el vehículo esté en buen estado porque ayuda a evitar sanciones legales. Las autoridades de tránsito suelen imponer multas por prácticas negligentes, como conducir con neumáticos desgastados o sistemas de iluminación defectuosos.