La dependencia de millones de personas a los teléfonos inteligentes los convierte en objetivos prioritarios para ciberdelincuentes que buscan robar información personal y financiera. Ante esta creciente amenaza, apagar el celular durante cinco minutos al día emerge como una medida sencilla pero efectiva para contrarrestar las amenazas cibernéticas.
La propuesta, respaldada por organismos como la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y líderes como el primer ministro australiano Anthony Albanese, tiene como objetivo interrumpir posibles procesos maliciosos que puedan estar operando en segundo plano.
Aunque no garantiza una protección total, los expertos destacan que este hábito, combinado con otras prácticas de ciberseguridad, puede dificultar el trabajo de los criminales.
Cómo se evitan ciberataques al apagar el teléfono
Apagar el teléfono, así sea por un breve periodo, interrumpe cualquier proceso malicioso que pudiera estar ejecutándose en segundo plano. Los ciberdelincuentes suelen emplear malware, un tipo de software diseñado para recopilar datos personales o monitorear las actividades del usuario.
Al realizar esta acción, se detienen estas operaciones, forzando a los atacantes a reiniciar sus procesos, lo que complica sus acciones. La NSA sugiere apagar los dispositivos al menos una vez por semana durante cinco minutos.
Este acto aparentemente simple, puede ayudar a limitar el impacto de ataques cibernéticos en dispositivos que almacenan datos sensibles, desde credenciales bancarias hasta documentos personales.
Cómo aumentar la seguridad de los teléfonos
Dejarlo durante cinco minutos al día es una medida efectiva, pero los expertos coinciden en que no es una solución definitiva. Este hábito debe integrarse en una estrategia más amplia que incluya mantener el software actualizado, evitar descargar aplicaciones de fuentes no confiables y utilizar contraseñas robustas.
El primer ministro australiano Anthony Albanese destaca que esta práctica es accesible para todos y puede incorporarse fácilmente a la rutina diaria.
“Podemos hacer cosas simples, como apagar el móvil cada noche durante cinco minutos”, enfatizó Albanese, en declaraciones recogidas por The Guardian, subrayando la importancia de la responsabilidad individual en la protección en el entorno digital.
Qué pasa si no se apaga el celular cada día
No apagar el teléfono regularmente puede aumentar la vulnerabilidad ante ciberataques. Los dispositivos son un blanco atractivo para los hackers debido a la cantidad de información personal y profesional que almacenan.
Sin medidas preventivas, es más probable que los usuarios sean víctimas de malware, robo de datos o espionaje. Además, la sofisticación de los ataques cibernéticos ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Los ciberdelincuentes emplean tácticas avanzadas, como la ingeniería social, para engañar a los usuarios y lograr que instalen aplicaciones o archivos comprometidos. En este contexto, apagar el celular puede ser una medida preventiva que reduzca las posibilidades de éxito de estos ataques.
Con qué otras medidas se deben acompañar
Junto a apagar el teléfono regularmente, los expertos sugieren una serie de medidas complementarias para garantizar una mayor seguridad digital. Entre ellas se incluyen:
- Mantener el software actualizado: suelen incluir parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades conocidas.
- Evitar redes WiFi públicas: estas conexiones suelen ser menos seguras y podrían facilitar el acceso no autorizado a los dispositivos.
- Descargar aplicaciones solo de tiendas oficiales: esto reduce el riesgo de instalar programas maliciosos.
- Usar contraseñas seguras y autenticación en dos pasos: dificultan el acceso a información sensible.
Al combinar estas prácticas con el hábito de apagar el teléfono, los usuarios pueden crear un entorno digital más seguro y estar prevenidos de futuros ciberataques.
Cuándo se puede apagar el teléfono
Apagar el teléfono durante cinco minutos al día es una medida que no afecta significativamente el uso diario del dispositivo. Esta acción puede realizarse en momentos de baja actividad, como al cepillarse los dientes o antes de dormir, lo que minimiza cualquier inconveniente.
Adoptar esta práctica puede servir como un recordatorio de la importancia de la ciberseguridad. Pueda parecer insignificante, pero este pequeño esfuerzo tiene el potencial de marcar la diferencia.