Los retos de Amazon para “trasplantar” el cerebro de Alexa con inteligencia artificial

La ambición de Amazon por revolucionar su asistente de voz, Alexa, enfrenta desafíos técnicos y organizativos mientras la compañía busca incorporar la inteligencia artificial generativa en su asistente virtual de tal forma que tenga un nuevo ‘cerebro mejorado’.

Según informó Financial Times, la empresa de tecnología trabaja en ‘trasplantar’ el cerebro del sistema para convertirlo en un agente de inteligencia artificial capaz de realizar tareas complejas y personalizadas, más allá de las funciones básicas que actualmente ofrece.

El proyecto, que lleva en desarrollo más de dos años, tiene como objetivo reemplazar el sistema tradicional de Alexa con modelos de inteligencia artificial generativa, similares a los que impulsan herramientas como ChatGPT de OpenAI.

Sin embargo, el camino hacia esta transformación no ha sido sencillo. Según detalló el medio, la compañía enfrenta problemas relacionados con la velocidad de respuesta, la fiabilidad y, especialmente, las llamadas “alucinaciones”, que quiere decir, respuestas fabricadas o incorrectas generadas por el sistema.

El rediseño de Alexa busca convertir al asistente en un “agente” que actúe como un ayudante digital personalizado. Esto implicaría que Alexa no solo pueda responder preguntas o realizar tareas simples, como reproducir música o configurar alarmas, sino también sugerir restaurantes, ajustar la iluminación del hogar según los ciclos de sueño del usuario o gestionar múltiples servicios de terceros.

De acuerdo con el medio citado, este cambio de enfoque se aceleró tras el lanzamiento de ChatGPT en 2022, respaldado por Microsoft, lo que marcó un punto de inflexión en la industria de la inteligencia artificial.

Mientras competidores como Google, Meta y la propia Microsoft han integrado rápidamente modelos generativos en sus plataformas, Amazon ha enfrentado críticas por su aparente lentitud en la implementación de estas tecnologías.

Por su parte, Rohit Prasad, líder del equipo de inteligencia general artificial de Amazon, explicó que la integración de modelos generativos en Alexa requiere superar obstáculos técnicos significativos.

“Las alucinaciones deben ser prácticamente inexistentes”, afirmó Prasad al medio citado, subrayando que este problema sigue siendo un desafío abierto en la industria.

El desarrollo de la nueva Alexa ha estado plagado de complicaciones, según varios ex empleados citados por el Financial Times. Uno de los principales retos ha sido combinar los algoritmos predefinidos y más simples que sustentaban el sistema original con los modelos de lenguaje de gran escala, que son más potentes pero también más impredecibles.

Además, la infraestructura tecnológica heredada de Alexa, basada en tecnología adquirida de la start-up británica Evi en 2012, ha demostrado ser inflexible y difícil de actualizar. Según ex trabajadores, el código base del sistema es desorganizado y el equipo de ingeniería está demasiado disperso, lo que ha ralentizado el progreso.

Amazon ha reconocido la magnitud del desafío. En declaraciones al medio, la compañía señaló que la implementación técnica de esta escala, en un servicio en vivo utilizado por millones de personas en todo el mundo, es sin precedentes. “No se trata simplemente de superponer un modelo de lenguaje de gran escala sobre el servicio de Alexa”, afirmó la empresa.

Para abordar estos desafíos, Amazon ha desarrollado sus propios modelos de inteligencia artificial, conocidos como Amazon Nova, que fueron lanzados recientemente. Según Prasad, estos modelos están diseñados para optimizar la velocidad, el costo y la fiabilidad, factores críticos para aplicaciones como Alexa.

Además, la compañía ha invertido 8.000 millones de dólares en Anthropic, una startup especializada en inteligencia artificial, cuyo modelo Claude también se está utilizando en el rediseño de Alexa.

Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, destacó la importancia de garantizar que los sistemas de inteligencia artificial sean seguros, fiables y predecibles antes de su lanzamiento. “El desafío más grande es lograr que las personas confíen en el sistema”, afirmó Amodei.

Otro reto importante para Amazon es mantener las características originales de Alexa como su consistencia y funcionalidad, mientras se incorporan nuevas capacidades generativas.

Según el medio de comunicación, la compañía planea contratar expertos para moldear la personalidad, la voz y la dicción del asistente, asegurándose de que siga siendo familiar para los usuarios actuales.

No obstante, algunos ex empleados han expresado preocupaciones sobre los riesgos asociados con los modelos generativos. Un antiguo miembro del equipo de Alexa señaló que estos modelos, aunque sofisticados, pueden generar respuestas completamente inventadas, lo que podría dañar la reputación de Amazon si ocurre a gran escala.

La transformación de Alexa también ha sido objeto de críticas internas. Mihail Eric, ex científico de aprendizaje automático en Amazon y miembro fundador del equipo de modelado conversacional de Alexa, afirmó públicamente que la compañía “perdió la oportunidad” de convertirse en líder indiscutible en inteligencia artificial conversacional.

Según Eric, problemas técnicos y burocráticos, como datos mal anotados y documentación obsoleta, han obstaculizado el progreso. La empresa ha luchado por equilibrar la innovación con la gestión de un sistema tan complejo y ampliamente utilizado como Alexa, que actualmente está integrado en 500 millones de dispositivos en todo el mundo.