A pesar de ser considerada como la primera generación completamente inmersa en un entorno digital, la Generación Z enfrenta dificultades con herramientas tecnológicas básicas que son esenciales en el mundo laboral, según diversos estudios.
Aunque dominan el uso de redes sociales y aplicaciones móviles, aplicaciones fundamentales como Microsoft Excel, Outlook y PowerPoint representan un desafío significativo para muchos de ellos. Una situación que se daría, principalmente, por temas relacionados con los planes de estudios actuales.
Por qué Generación Z tiene dificultades para usar Excel y Outlook
Investigaciones recientes, como la realizada por la Universidad de Toledo en Estados Unidos, destacan un aparente contraste entre la percepción popular y las habilidades reales de la Generación Z. Aunque estos jóvenes han crecido rodeados de tecnología, su manejo de aplicaciones relacionadas con la productividad y la colaboración profesional es limitado.
El doctor Gary Insch, profesor de gestión en la Universidad de Toledo y coautor de uno de estos estudios, señaló: “Aunque los estudiantes son hábiles con sus celulares y software básico, no necesariamente son competentes con computadoras ni con las herramientas tecnológicas requeridas en un entorno corporativo”.
Estas conclusiones desmontan la creencia generalizada de que las generaciones más jóvenes son automáticamente expertas en tecnología por el simple hecho de haber nacido en la era digital.
Un factor clave que contribuye a este fenómeno es la preferencia educativa por herramientas de Google, como Chromebooks, Google Docs y Gmail, durante los años escolares. Esta tendencia, si bien efectiva en el ámbito académico, tiene poca relevancia en el entorno empresarial, donde el dominio de la suite Microsoft Office es una habilidad muy demandada por los empleadores.
“Los estudiantes están aprendiendo competencias que no son pertinentes en el mundo empresarial”, comentó Insch. De hecho, el estudio destaca que solo 15 empresas dentro del índice S&P 500 utilizan las herramientas de productividad de Google, mientras que la mayoría confía en las aplicaciones de Microsoft.
Esto genera una desconexión significativa entre lo que los estudiantes aprenden en la escuela y lo que se espera de ellos en el mercado laboral.
Por ejemplo, en cursos universitarios donde se enseña Microsoft Office, los investigadores detectaron que preguntas básicas, como cómo ajustar el espaciado en Word o guardar un documento en una carpeta, son comunes entre los estudiantes. Otros desafíos incluyen enviar correos electrónicos con archivos adjuntos desde Outlook o transferir fotos desde un celular a una computadora.
Las diferencias generacionales entre los millennials y la Generación Z
Aunque los millennials (nacidos entre 1981 y 1996) también enfrentan ciertos desafíos con la tecnología, estos son menos pronunciados que en la Generación Z. Los millennials, al haber crecido en una época en la que las clases de informática eran más comunes, desarrollaron competencias tecnológicas más amplias, lo que explica la brecha entre ambas generaciones.
En cambio, la Generación Z, a pesar de su constante exposición a dispositivos digitales, ha enfocado su uso en actividades como el consumo de contenido en redes sociales, la mensajería instantánea y la creación de videos, en lugar de tareas productivas.
Daniel Pfaltzgraf, instructor visitante en la Universidad de Toledo y coautor del estudio, explicó: “Aunque la tecnología ya era crucial para el éxito empresarial antes de la pandemia, su relevancia ha crecido exponencialmente. Sin embargo, las habilidades prácticas en tecnología aún no se han trasladado completamente al aula”.
Cómo cerrar la brecha tecnológica
Con el objetivo de preparar mejor a los estudiantes para el mundo laboral, los investigadores del estudio recomendaron tres estrategias principales:
- Enseñar software empresarial en el entorno académico. Esto incluye priorizar herramientas como Excel, Outlook y PowerPoint sobre las alternativas escolares de Google.
- Fomentar un aprendizaje práctico en el aula. Los educadores deberían actuar como facilitadores del aprendizaje digital, promoviendo que los estudiantes apliquen activamente lo aprendido.
- Aplicar el design thinking en el aula. Esta metodología permite a los estudiantes abordar problemas empresariales reales, identificar soluciones y probarlas, promoviendo habilidades de innovación y pensamiento crítico.