Aprende cómo ahorrar combustible en un vehículo automático con estos sencillos trucos

El constante aumento en los precios de los combustibles es una carga para millones de conductores y sus familias en todo el mundo. Este incremento afecta sus bolsillos y tiene repercusiones directas en la economía de cada país, especialmente en sectores que dependen del transporte terrestre.

Los vehículos automáticos, populares por su comodidad, no son inmunes al problema, porque suelen consumir más combustible que los de transmisión manual. Ante este escenario, la búsqueda de alternativas para optimizar el consumo es una prioridad.

Al adoptar prácticas de manejo eficiente no solo sereduce el impacto económico, sino que también contribuye a minimizar las emisiones contaminantes. Aquí están varias claves sobre cómo mejorar el rendimiento de un vehículo automático y ahorrar combustible de manera efectiva.

Conducir a una velocidad constante y moderada puede marcar una gran diferencia en el consumo de combustible. Según expertos como Volkswagen, evitar aceleraciones y frenados bruscos es crucial para mantener la eficiencia del motor.

Este principio es particularmente útil en carreteras y trayectos largos, donde mantener una velocidad constante resulta más factible. Para optimizar el consumo, hay que respetar los límites de velocidad y evitar exceder las 90 km/h, porque a partir de este punto, el motor tiende a trabajar más, incrementando el gasto de gasolina.

Además, utilizar funciones como el control de crucero en vehículos que lo poseen, puede ser una herramienta útil para lograr una conducción más eficiente.

La presión adecuada de los neumáticos juega un papel fundamental en el rendimiento del vehículo. Una baja presión genera mayor resistencia al rodamiento, lo que obliga al motor a trabajar más y, por ende, consume más combustible.

Se debe revisar las llantas regularmente y mantenerlas infladas según las especificaciones del fabricante. En cuanto a los frenos, los frenados bruscos no solo desgastan el sistema de frenos, sino que también aumentan el consumo de combustible.

Mantener una distancia segura respecto a otros vehículos permite anticipar el frenado y evitar maniobras súbitas. Este hábito no solo ahorra gasolina, sino que también mejora la seguridad en la carretera.

Su uso puede ser un factor determinante en el consumo de combustible, especialmente en climas cálidos. Encender este sistema aumenta la carga del motor, lo que incrementa el gasto de gasolina.

Es clave usar el aire acondicionado con moderación, sobre todo en velocidades altas y solo cuando sea necesario. En trayectos cortos o cuando se circula a bajas velocidades, abrir las ventanas puede ser una alternativa eficiente.

Sin embargo, a velocidades mayores, esta práctica genera resistencia al aire, lo que también puede aumentar el consumo. La clave está en encontrar un equilibrio entre comodidad y eficiencia.

Según datos de BMW, utilizar el modo neutral (N) en vehículos automáticos puede ayudar a reducir el consumo de combustible. Esta opción es útil en situaciones específicas, como cuando el vehículo está detenido en el tráfico o en un semáforo.

Sin embargo, esta práctica debe realizarse con precaución y solo en contextos seguros, porque cambiar de “Drive” a “Neutral” frecuentemente podría causar desgaste en la transmisión. Es fundamental conocer el manual del fabricante para entender cómo aplicar esta estrategia sin dañar el vehículo.

La forma de manejar influye directamente en el rendimiento del vehículo. Evitar acelerar bruscamente, frenar con frecuencia y mantener el motor en óptimas condiciones son hábitos que contribuyen a reducir el consumo de gasolina. También planificar los trayectos para evitar tráfico.

Otra estrategia es apagar el motor en paradas prolongadas. Aunque algunos conductores creen que encender y apagar el vehículo consume más gasolina. Del mismo modo, realizar mantenimientos periódicos al vehículo garantiza que el motor y los sistemas auxiliares funcionen de manera correcta.