Dejó dos cartas, hizo un llamado y se suicidó: la sonrisa de un adolescente y el peligro que nadie vio
Facundo tenía 19 años y su abuela lo llamaba “sonrisa Kolynos”. Había empezado la facultad y tenía muchos amigos por lo que nadie vio señales de alarma. “Lo preparamos para todos los riesgos de la adolescencia: el alcohol, la calle, el suicidio no estaba en nuestra lista”, cuenta su mamá. Un detalle que nadie sabía: los varones de esa edad se suicidan más que las chicas, ¿por qué?