Michael Fox y la lección de un optimista incurable, que proyectó una familia numerosa tras su diagnóstico de Parkinson
En sus memorias, No hay mejor momento para el futuro, cuenta que la gente le preguntaba si no tenía miedo de traer hijos al mundo, por la incógnita de una enfermedad neurológica grave y la posibilidad de que fuera hereditaria. Recuerda la llegada de sus mellizas como una bendición por su fuerte deseo de ser padre. El actor de Volver al Futuro, ya había vencido su lucha contra el alcohol y comenzaba a dar batalla contra el Parkinson convirtiéndose en el activista más importante de Estados Unidos