“No es amor, es trabajo invisible”: obligados a la reclusión, muchos hombres descubrieron la carga del trabajo que las mujeres hacen en casa
Sin redes de contención ni distribución con abuelas, jardines, colegios, niñeras o clubes, las mujeres pasan sus días más sobrecargadas: se da por sentado que, salvo excepciones, son ellas las encargadas de repartir su tiempo entre el home office, la escolarización online de los hijos y las tareas domésticas. El confinamiento, sin embargo, obligó a muchos hombres a quedarse en casa y algunos empezaron a reflexionar sobre el valor y la carga de las tareas que recaen, mayormente, sobre ellas.