Colgado de un cable atado a una ventana: así murió Rudolf Hess, el último nazi que sentía fascinación por Hitler
Fue la mano derecha del Führer. En plena Segunda Guerra, desertó para volar a Escocia y proponerle a Gran Bretaña la paz y una alianza contra la Unión Soviética. ¿Idea personal? ¿Misión encargada por Hitler? Aún hoy es un secreto. Hess se lo llevó a la tumba. Condenado a perpetua en 1946, fue durante muchos años el único prisionero de la cárcel de Spandau. Allí se ahorcó en 1987, a los 93 años