Amor infinito: para que su hijo pueda nadar en las olimpíadas de sordos, le armaron una pileta con chapas, ramas y plásticos
Por la pandemia cerró el club donde entrena Sebastián Galleguillo (18), en Florencio Varela, al sur del conurbano bonaerense. Sus padres, Marta y Edmundo, vieron que el joven estaba triste porque no podía nadar y eso afectaba su salud. Así que en tres días lo resolvieron: con lo que tenían a mano armaron un andarivel en la casa