Un familiar mató a su abuela y se sacó una selfie: ahora él invita a llevar en la piel historias como la suya
En agosto de 2020 el tatuador Claus Rodríguez atendió un llamado: entre gritos le decían que habían matado a su abuela, de 80 años, y de la forma más perversa posible. El femicidio le generó un quiebre emocional y ahora tatúa gratuitamente los rostros de otras víctimas de crímenes, mala praxis, muertes por corrupción o de asesinos al volante