Con motivo del Jubileo, el papa Francisco abrió la Puerta Santa en una cárcel de Roma y pidió que no se pierda la esperanza
El Sumo Pontífice llamó a la puerta con el puño y esta se abrió, y la atravesó a pie ayudado con un bastón, y no en silla de ruedas, como en la basílica de San Pedro, acompañado por el obispo auxiliar de Roma, Benoni Ambarus