Los rebeldes sirios abrieron las puertas de la cárcel de Sednaya, el “matadero humano” símbolo de la represión de Bashar al Assad
El centro de detención se convirtió en escenario del desmoronamiento del régimen, con insurgentes liberando a miles de prisioneros en medio de su ofensiva relámpago que culminó en la toma de Damasco