Así operaba la clínica trucha de la secta del porno sado: creen que drogaban a la fuerza a sus víctimas para silenciarlas
El centro médico CMI Abasto, ubicado en la calle Guardia Vieja, anunciaba servicios de “medicina filosófica”. Operaba sin habilitación y para la Justicia funcionaba como una celda de castigo