Su abuelo construyó la primera capilla de Pinamar en 1917, pero la arena la sepultó y se propuso recrearla a partir de fotos
Domingo Repetto, un inmigrante genovés que se enamoró de Ostende, fue el autor de la obra original, junto a su casa de veraneo. Tras su fallecimiento, en 1925, el sitio religioso quedó abandonado a merced del clima hostil. Ahora, uno de sus nietos encabeza la construcción de una nueva capilla a escasos metros de donde estaba emplazada la primera