Hugo Basilotta, el alma del alfajor Guaymallén, en La Escalada: la clave del éxito y el día que casi vende la empresa
Entró a trabajar a la fábrica cuando tenía 18 años y se puso de novio con la hija del dueño de las golosinas. Sus inicios desde abajo y el boom de la marca en la década del 80. “Crear una marca lleva tiempo”, advierte