“Dios, ¿qué te cuesta un infarto?”: el ruego por un hijo que no podía morir y el relato que imagina un final mejor
La historia real era terrible: un muchacho va a sacar plata a un cajero, le pegan un tiro, queda en estado vegetativo pero no muere. Con eso, y con las decisiones de la familia, me pidieron que hiciera un cuento. Eso es “Lo mataron, no murió”
“Dios, ¿qué te cuesta un infarto?”: el ruego por un hijo que no podía morir y el relato que imagina un final mejor
La historia real era terrible: un muchacho va a sacar plata a un cajero, le pegan un tiro, queda en estado vegetativo pero no muere. Con eso, y con las decisiones de la familia, me pidieron que hiciera un cuento. Eso es “Lo mataron, no murió”