Las monjas de clausura que se convirtieron en grandes reposteras y venden un pan dulce que es un clásico
Son las monjas benedictinas de la Abadía de Santa Escolástica quienes empezaron a hacer un pan dulce para la Navidad, a fines de la década del 90, como una forma de hacer algo típico propio para esta fecha tan especial. En medio de la crisis de 2001, contra todo pronóstico aumentaron sus ventas y desde ese entonces, sumaron mucha variedad a la producción artesanal de su cocina. El “ora et labora” de las hermanas y las oraciones por la Selección