Adiós a mi perrita Lola, hasta que volvamos a vernos
La conmovedora despedida a quien fue la compañera de vida del autor y de María durante dieciséis años, nueve meses y seis días. Y la promesa del dulce reencuentro al que Lola llegará “como siempre, el mentón un poco bajo, la mirada hacia lo alto, la cola flameando feliz al viento”